Economía 2020: tres tristes escenarios // Banco de México, como la Chilindrina
l Banco de México recurrió a su bola de cristal para actualizar los pronósticos sobre el comportamiento económico nacional y sus conclusiones no son alentadoras, aunque si variantes de acuerdo con las distintas lecturas por él consideradas. De cualquier suerte, el hecho concreto es que 2020 será un año con resultados negativos en la materia.
La recesión económica comenzó su camino a mediados de 2018, aceleró en 2019 y en este 2020 la pandemia fue la gota que derramó el vaso, algo que, por lo demás, ningún vidente
financiero, autóctono o externo, alcanzó a presagiar.
Lo cierto es que en su más reciente análisis, el Banco de México ofrece tres variaciones sobre el mismo tema: afectación tipo V
, en el que los daños económicos –provocados tanto por la debilidad de la demanda externa causada por la pandemia, como por una menor producción de diversos sectores de actividad en cumplimiento de las medidas de distanciamiento social
– se concentran en el primer semestre del año, para, posteriormente, una recuperación relativamente rápida de la actividad económica, que persiste a principios de 2021,normalizándose el ritmo de crecimiento de la actividad en el resto del horizonte. Ello resultaría en una contracción del producto interno bruto (PIB) de 4.6 por ciento en 2020 y un crecimiento de 4 por ciento en 2021.
En el escenario tipo V profunda
, las afectaciones a la actividad económica son más intensas y se extienden al tercer trimestre del año, para luego presentar una reactivación hacia el cierre del año y durante 2021. El resultado concreto sería una caída del PIB de 8.8 por ciento en el presente año y un crecimiento de 4.1 por ciento en 2021.
Y la tercera: en el escenario de afectación tipo U profunda
, la debilidad de la actividad económica causada por el choque en el primer semestre de 2020 se extiende durante el resto del año, seguido de una recuperación lenta durante 2021. Ello ocasionaría un retroceso del PIB de 8.3 por ciento en 2020 y una disminución adicional de 0.5 por ciento en 2021.
Ninguno de losescenarios
resulta atractivo, aunque la diferencia entre el benévolo
y el drástico es de 4.2 puntos porcentuales, lo que resta contundencia al análisis del Banco de México. Por ejemplo, en 2009 –pandemia de influenza– la misma institución estimó un desplome anual de 8.2 por ciento, pero la medición oficial, vía Inegi, lo tasó en 6.5 por ciento. De cualquier suerte, fue la peor caída desde la Gran Depresión.
El Banco de México justifica la amplia diferencia citada porque ella representala profunda incertidumbre a la que está sujeta la economía y las diferentes trayectorias que podría presentar el PIB. A su vez, ello contrasta con los rangos no mayores a un punto porcentual que normalmente se presentan en los informes trimestrales. Conforme se disponga de más información sobre la dinámica de la propia pandemia y sus afectaciones a la actividad económica se podrá determinar qué tipo de escenario es el que se estará materializando
.
Sin embargo, el análisis del banco central tiene el sello de la Chilindrina: prevalece el riesgo de que la actividad económica se ubique entre los escenarios descritos o bien presente trayectorias inferiores o superiores. Al alza, existe la posibilidad de que se observe no sólo una normalización de la actividad económica, sino que también se recupere parte del consumo pospuesto durante la etapa de distanciamiento social, de modo que la actividad muestre un crecimiento más vigoroso. Por el contrario, la intensidad y, particularmente, la duración de las afectaciones podría ser mayor a lo supuesto en los escenarios profundos, lo que podría llevar a que la actividad económica se vea aún más afectada
.
Entonces, como puede pasar una cosa, puede pasar la otra.
Las rebanadas del pastel
De enero de 2019 a marzo de 2020, empresas nacionales exportaron
capitales por cerca de 30 mil millones de dólares ( La Jornada, Braulio Carbajal) y sus dueños son los mismos cínicos que hoy exigen al gobierno que se endeude para que los rescate
.