Sábado 23 de mayo de 2020, p. 18
Las estrategias de recuperación económica por el Covid-19 no deben hacer bajar la guardia en la aplicación de las leyes ambientales
, señaló Dolores Barrientos, representante en México del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
En el diálogo virtual Covid-19 y su vínculo con la biodiversidad, el tráfico ilegal de vida silvestre y la bioculturalidad, remarcó que en diversos países existe la tendencia de debilitar las leyes ambientales en pos de salir rápidamente a una recuperación económica
, y consideró que ésa es una salida falsa, pues traerá enormes costos a mediano y largo plazos.
Precisó que si se relajan las medidas ambientales o incluso se retrocede, los costos serán catastróficos
para finales de este siglo, pues se calcula que en un escenario de incremento de temperatura global de tres o cuatro grados, llevaría a impactos devastadores, muchos mayores al que presenta la actual crisis de Covid-19
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Expuso que el costo de la inacción se estima en 600 trillones de dólares hacia finales de este siglo
y añadió que el coronavirus desató una recesión económica que ya estamos viviendo, y es inevitable, pero no perdamos de vista que la ola gigantesca que tenemos encima es el cambio climático
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Advirtió que no hacer nada y relajar nuestros compromisos climáticos, que están muy relacionados a la conservación de la biodiversidad, nos haría llegar a finales de este siglo a tres o cuatro grados centígrados. Si llegamos a eso, el Covid y los efectos de éste van a ser mínimos, comparados a los grandes efectos que se tendrán con estos cambios de temperatura
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Barrientos refirió que países e inversionistas están recomendando que los paquetes de recuperación socioeconómica tengan en su base soluciones ambientales, es decir que sean paquetes verdes
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Destacó el caso de Corea del Sur, que aplicará un plan verde como parte de su paquete de recuperación. Éste incluirá un impuesto al carbono para incentivar el uso de fuentes de energías renovables.