Lunes 18 de mayo de 2020, p. 7
Brasilia. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, arengó ayer otra manifestación en Brasilia, al desafiar nuevamente las directrices sanitarias contra las aglomeraciones, en momentos que el país, cuarto con más casos de Covid-19 en el mundo, supera la marca de los 15 mil muertos por la enfermedad.
Acompañado de cerca por varios de sus ministros, el líder neofascista saludó a cientos de seguidores que se agolparon en las afueras del presidencial Palacio del Planalto con banderas brasileñas, cornetas, altoparlantes y carteles con su nombre y a favor del uso de la hidroxicloroquina para tratar el nuevo coronavirus, entre otras consignas.
Es muy gratificante recibir una manifestación de apoyo (...) nos fortalece
, dijo Bolsonaro tras acercarse, con una barricada de metal de por medio, a sus seguidores. Todo fue transmitido en vivo en las redes sociales del mandatario.
Bolsonaro no comentó la renuncia de su ministro de salud, Nelson Teich, quien dejó el viernes el gobierno sin cumplir un mes en el cargo debido a incompatibilidades
con el presidente, según informó una fuente del despacho a Afp. El Ministerio de Salud quedó al mando de forma interina del general Eduardo Pazuello.
Bolsonaro usó sus redes sociales el fin de semana para seguir cuestionando políticas de confinamiento y elogiando el uso de cloroquina como tratamiento contra el Covid-19. En Sao Paulo y Río de Janeiro también salieron a las calles seguidores de Bolsonaro.
Durante la manifestación en Brasilia, el mandatario usó cubrebocas.
Brasil totaliza unos 233 mil casos y más de 15 mil 600 muertes por Covid-19, y varios gobernadores y alcaldes relatan altos índices de ocupación de las unidades de cuidados intensivos, que amenazan con colapsar el sistema de salud público.
Gobernadores y alcaldes defienden medidas de confinamiento que Bolsonaro confronta. El poder judicial falló a favor del derecho constitucional de autoridades regionales y municipales de decidir medidas restrictivas para enfrentar la crisis sanitaria.
En la ciudad de Sao Paulo, epicentro de la enfermedad en el país con 38 mil 479 casos y 2 mil 766 fallecidos, ayer, el secretario de Salud local informó que las muertes aumentaron 432 por ciento en cinco semanas y advirtió que el sistema de salud podría colapsar en 15 días si estos índices continúan en ascenso.
Seguidores de Bolsonaro han protagonizado manifestaciones, algunos con la presencia del mandatario, atacando al Congreso y al Supremo Tribunal Federal, o pidiendo una intervención militar y el cierre del Congreso.
En este clima, seis ex ministros de Defensa brasileños lanzaron un manifiesto ayer que exhorta a las fuerzas armadas a condenar llamados a intervención militar. “Cualquier apelación y estímulo a las instituciones armadas para la quiebra de legalidad democrática –oriundos de grupos desorientados– merecen la más vehemente condenación”, dice el texto firmado por ex ministros de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), Dilma Rousseff (2011-2016) y Michel Temer (2016-2018).
América Latina y el Caribe superaron ayer el medio millón de casos de coronavirus, que ya suma 28 mil 463 personas muertas en la región, según la Afp.
El gobierno del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, decretó estado de emergencia argumentando la necesidad de frenar la pandemia, pero sin contar con el necesario aval del Congreso, desatando críticas por la presunta inconstitucionalidad
de la medida.
El decreto extiende por 30 días una ley de emergencia para enfrentar la epidemia, que luego de una prórroga en abril vencía la medianoche del domingo. El Congreso, con mayoría opositora, tenía programada discutir una posible extensión el lunes por la tarde.
La medida generó cuestionamientos sobre su legalidad y acusaciones de diputados de oposición de que Bukele está excediendo sus facultades como presidente.
La Fiscalía General advirtió que no se cumplen las condiciones para decretar la emergencia bajo la ley de protección civil y anunció que presentará una demanda de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema.
Cuba se mantiene sin reportar fallecimientos en los últimos cuatro días por Covid-19.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó a su antecesor, Barack Obama, de incompetencia en respuesta a las críticas que le formuló este fin se semana sobre su gestión frente al Covid-19. Miren, él era un presidente incompetente, es todo lo que puedo decir. Terriblemente incompetente
, dijo Trump.
Un asesor económico de la Casa Blanca, Peter Navarro, criticó fuertemente a los gubernamentales Centros de Prevención y Control de Enfermedades, a los que acusó de los retrasos iniciales de Estados Unidos en la detección del Covid-19.
Estados Unidos tiene casi 90 mil muertos y se acerca al millón y medio de contagios, según la Universidad Johns Hopkins.