Si bien el distanciamiento social sirve para contener la velocidad de los contagios por Covid-19 y que no todas las personas se infecten al mismo tiempo, eventualmente casi todos los seres humanos estarán contagiados. Si no llegamos a tener una vacuna, este virus logrará infectar a entre 60 y 80 de la población, así que en nuestro país todavía nos faltan 110 millones de mexicanos por infectarse, eventualmente, de acuerdo con Alejandro Macías, integrante de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del nuevo coronavirus.

En una conferencia virtual, el infectólogo explicó que ante la prevista reapertura de las actividades en distintas regiones del país, la población debe recordar que este es un virus que está al acecho.

Añadió que en epidemias como la actual, las olas de contagio se repiten casi siempre con la misma cadencia y duran alrededor de tres meses. A no ser que hagas algo distinto como Corea del Sur, que disminuyó su curva, que fue de un mes, gracias a sus múltiples pruebas. Esto quiere decir que los coreanos tendrán está infección a la larga pero a cuentagotas, expuso. Lo común, añadió, es que las segundas oleadas sean menos agrestes que las primeras, porque el virus encuentra menos personas susceptibles y hay más inmunidad de grupo, y eso ocurre seis meses después de la primera oleada.

Explicó: toda pandemia es un fenómeno médico, social, político y económico. Este es un virus que está al acecho, por lo que la activación de los sectores tendrá que ser pausado, no es lo mismo que vuelvan los niños a la escuela a que se realicen partidos de futbol, expuso en su conferencia Covid-19 e influenza. Semejanzas y diferencias.

Lo que hemos visto en los hospitales con este nuevo coronavirus nunca lo habíamos visto con la pandemia de influenza, señaló.

El SARS-CoV-2 es un virus sustancialmente más peligroso, más contagioso y letal. Tiene el poder de colapsar las instituciones públicas, los hospitales y la propia gobernanza, alertó el ex comisionado nacional para combatir la influenza AH1N1.

Un error ha sido equiparar el nuevo coronavirus con la influenza, pues a pesar de sus similitudes tiene muchas diferencias. La velocidad de contagio, así como los estragos sociales que causa es su principal diferencia, consideró.