55 días de confinamiento, y contando
No estamos acostumbrados a convivir 24 horas, ni con la familia
, señalan habitantes y administradores
Viernes 15 de mayo de 2020, p. 30
Familias que habitan en condominios han enfrentado de todo: solidaridad, diferencias, pleitos, discusiones y hasta conflictos que los han llevado a la cárcel, luego de 54 días en aislamiento social para evitar la propagación del virus SARS-Cov-2, que provoca la enfermedad Covid-19.
La situación, de acuerdo con habitantes y administradores de estos inmuebles, se da por igual en edificios de ocho departamentos que en grandes condominios, porque pese a ser individuos sociales no estamos acostumbrados a convivir 24 horas ni con la familia
, expresaron.
Gabriela, madre de dos niños de seis y ocho años, vive con su esposo en un departamento de las torres City Tower en avenida Cuauhtémoc. Eligió su hogar por la oferta de calidad de vida: departamentos de lujo, áreas infantiles, alberca, salones de entretenimiento, gimnasio y otros. La madre, de 34 años, ha tenido momentos de verdadera histeria
por el exceso de tareas: Trabajo 24 horas. La oficina, la casa, atender a los niños y al esposo, que no ayuda en nada
, relató.
Elizabeth Rosales, administradora de City Tower Coyoacán, reconoció que hay conflictos entre vecinos, pero dijo que conforme ha pasado el tiempo se han entendido y tratan de sobrellevar el encierro.
Recordó que las primeras medidas que aplicaron fue el cierre de las 13 amenidades del conjunto habitacional, de 373 departamentos en ocho torres, donde habitan alrededor de mil 500 personas.
El cine, el gimnasio, la alberca y los salones fueron cerrados para evitar aglomeraciones. Las alternativas de esparcimiento que ahora utilizan los condóminos son terrazas, jardines y el estacionamiento, donde caminan o llevan a los niños. Asimismo, prohibieron el ingreso de repartidores y visitas.
La encargada del condominio indicó que al principio hubo enojo, molestias y exigencias porque en los departamentos de 46 a 120 metros cuadrados habitan familias completas y personas solas. Además, niños y adolescentes querían salir y no podían; entonces, claro que eso provocaba peleas y discusiones
.
Entre los incidentes más graves, relató un pleito entre dos vecinos jóvenes que tuvieron diferencias porque mientras uno trabajaba, el otro se divertía en la madrugada.
Se gritaron de edificio a edificio y se retaron a salir para enfrentarse. El joven que trabajaba golpeó y dañó la quijada al otro que se divertía, por lo que ahora está, lamentablemente, en el reclusorio
.
Indicó que ahora los condóminos se apoyan, respaldan a médicos que tienen como vecinos, colocan carteles y cantan desde las ventanas para animarse.