En el año 2000 los productos mexicanos comenzaron su libre excursión por países de la Unión Europea gracias a la firma del tratado comercial entre ambas partes. Dos décadas después está a punto de entrar en vigor un tratado modernizado, que de acuerdo con especialistas no sólo permitirá al país diversificar su comercio internacional, sino que abre la puerta para que el sector agropecuario se lance a la conquista de tierras de europeas.

Según datos oficiales, la Unión Europea es el principal importador de alimentos en el mundo, pero México sólo aporta alrededor de uno por ciento del total de las compras de la región, esto como consecuencia de que el viejo acuerdo comercial no eliminó en su totalidad los aranceles a productos agropecuarios, lo que ha cambiado en la versión modernizada que está a la espera de la firma.

El nuevo Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México (Tlcuem), significa un impulso al libre comercio entre las dos partes, dado que alrededor de 97 por ciento de los productos que exportarán las empresas mexicanas a los países europeos estarán libres de aranceles, mientras que 93 por ciento de las importaciones estarán exentas.

Para Carlos Bautista, especialista en comercio internacional de la Universidad La Salle, la modernización del tratado con la UE es clave, dado que se trata del tercer socio comercial de México, sólo por debajo de Estados Unidos y Canadá. Con Europa existe el problema de la distancia, pero con cuotas exentas se puede dejar de depender tanto de nuestros vecinos del norte.

Desde su punto de vista, el sector agroalimentario será uno de los más beneficiados, dado que desde 2018 México es autosuficiente, es decir, no necesita importar alimentos básicos, por lo que sus excedentes los podrá exportar a menores precios.

Explicó que los productos con mayor potencial de incrementar de manera importante su exportación son: aguacate, jitomate, azúcar, manzanas, plátano, maíz, piña, melón, miel de abeja, tequila, mezcal y carne de res, entre otros.

Según la Organización Mundial de Comercio, México es el décimo país que más exporta alimentos, y de acuerdo con el Consejo Nacional Agropecuario, 78 por ciento de los envíos del país van dirigidos a Estados Unidos y Canadá; 8.4 por ciento a Latinoamérica; 6.2 por ciento a Asia, y sólo 5.2 por ciento a Europa.

Para el especialista de la Universidad La Salle, una vez eliminados los costos arancelarios, el reto que enfrentarán los productores será el traslado y distribución, pues mientras a Estados Unidos y Canadá pueden llegar en un día, el trayecto en barco al viejo continente puede tardar hasta un mes.

Por muy rápido que sea el proceso, el tiempo desde que el producto sale del campo mexicano, a la mesa de una familia europea, es de por lo menos un mes en barco. En avión es mucho más rápido, pero el costo sube hasta 10 veces. La estrategia es exportar utilizando refrigeradores para que el producto llegue fresco. Será todo un reto, explicó.

Por su parte, Abraham Weller, director general del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior capítulo Veracruz, señaló que productos como el aguacate, la cerveza, el café, la miel y el mango, entre otros, tienen alta demanda en tierras europeas, lo que significa que el campo y la agroindustria mexicana tienen un alto potencial.