Aunque las medidas anunciadas por el Banco de México (BdeM) llegaron un poco tarde, van en la dirección correcta y serán vitales para enfrentar la crisis económica que se avecina. No obstante, las acciones para facilitar crédito tienen el riesgo de que ante el crecimiento del impago, los recursos no lleguen a empresas y familias, coincidieron especialistas.

Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, explicó que entre los 10 puntos anunciados por el banco central, destacan los que buscan incentivar el crédito a empresas y personas, sin embargo, en situaciones de crisis, aunque la demanda de financiamiento llegue a aumentar, los bancos son más cautelosos en su colocación por la elevada morosidad y los mayores riesgos.

En episodios de crisis, pese a las medidas de liquidez, el flujo de crédito no llega completamente a los usuario finales, ya sea porque llegan tarde para detener la mortandad empresarial o bien porque ante el incremento del riesgo de impago los bancos toman una actitud más cautelosa y canalizan el crédito a grandes empresas, dejando de lado a la pequeña y mediana, que representan mayor riesgo, explicó el economista.

El martes, el instituto central anunció 10 medidas que en conjunto suman 750 mil millones de pesos, cuya finalidad es dar liquidez al sistema financiero y fortalecer los canales de otorgamiento de crédito, incluyendo a micro, pequeñas y medianas empresas y personas físicas.

Para Marco Oviedo, economista en jefe para América Latina de Barclays, las medidas del BdeM van por el camino correcto porque servirán para ofrecer financiamiento a buen precio; sin embargo, habrá que esperar a ver si hay demanda de crédito, dado que dependerá de cómo queden las empresas y familias después de la contingencia sanitaria.

Sin duda deberá haber un incentivo para que las empresas y las familias vean que es ventajoso tomar un crédito para aliviar su situación, porque la realidad es que alguien sin los suficientes recursos o ya endeudado, no va querer pedir prestado, ese es el reto, explicó.

En este sentido Coutiño advirtió que para cuando termine la emergencia sanitaria, muchas empresas estarán cerradas, con muy pocas posibilidades de reabrir, y con una deuda en aumento, por lo que una medida para reducir dicha mortandad empresarial es la condonación parcial de los créditos otorgados por el gobierno o bien el alargamiento del periodo de pago.

Indicó que no será ninguna sorpresa el aumento en la morosidad de los clientes de la banca, así como tampoco lo será el desplome de la economía, la gran cantidad de empleos perdidos y el estrangulamiento de miles de empresas, por lo cual, los bancos serán más cautelosos para evitar una bancarrota.

Los especialistas coincidieron en que, aunque son importantes, las medidas del BdeM no servirán para salvar por sí solas la economía del país, por lo que deben ser complementadas con un plan fiscal emanado desde el gobierno federal, esto con el fin de dar un respiro a la liquidez de las empresas.