Los trabajadores universitarios –académicos, administrativos y de apoyo– están en la disposición de ajustarse a las modificaciones de los calendarios escolares que aprueben las instituciones de educación superior con motivo de la emergencia sanitaria del Covid-19, a fin de poder salvar el semestre, aseguró el secretario general de la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (Contu), Enrique Levet Gorozpe.

En tanto, las universidades públicas del país siguieron sumándose este martes a las recomendaciones de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) de concluir el semestre en línea, dar flexibilidad a los docentes para acordar con los alumnos la forma de evaluación académica, adecuar los contenidos de los programas de estudio y los criterios de evaluación, y considerar a los estudiantes en situación de desventaja socioeconómica, pues en muchos casos carecen de las herramientas tecnológicas para continuar el proceso de enseñanza-aprendizaje de manera no presencial.

Lo anterior, debido a que el promedio de hogares que tienen acceso a Internet apenas rebasa 55 por ciento, según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

La decisión de continuar y concluir el semestre en clases no presenciales impacta en la vida de 4.7 millones de alumnos de este nivel educativo, y de 429 mil 495 docentes e investigadores, así como 188 mil 646 trabajadores de administración y de apoyo.

El dirigente de la Contu, organización gremial que agrupa a más de 90 sindicatos de empleados universitarios de todo el país, señaló que el gremio entiende bien que la situación actual es de emergencia. Dijo que aun en medio de dificultades y carencias por falta de capacitación en el manejo de herramientas tecnológicas e insuficiencias de las plataformas digitales, el personal docente trabaja en las clases no presenciales, igual que el administrativo y de apoyo para hacer posible el desarrollo de las actividades de las instituciones educativas.