Ante el agravamiento de la crisis económica mundial precipitada por el desplome de los precios del petróleo, México tiene los recursos para sortear las consecuencias económicas de la epidemia de Covid-19, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador. Aseguró que suceda lo que suceda en el mundo los sectores más pobres de la sociedad no tienen nada que temer, pues están garantizados los apoyos sociales para 70 por ciento de la población con mayores carencias.

A pesar de la crisis, de la caída en el precio del petróleo, de la depreciación de nuestra moneda, de los pronósticos de recesión económica, a pesar de todo eso tenemos recursos para entregarlos a los mexicanos y que tengan ingresos para satisfacer sus necesidades básicas. Esta fórmula ya estaba, pues en esta administración ya se había avanzado en la instauración del Estado de bienestar, que significa proteger al ser humano desde la cuna hasta la tumba, desde el nacimiento hasta la muerte.

En torno a la problemática energética, López Obrador indicó que tanto Petróleos Mexicanos como la Secretaría de Hacienda contrataron seguros de cobertura que, en el primer caso, resarcirá parcialmente las pérdidas por la compleja situación petrolera pero, en el caso de Hacienda, que proyectó adquirir derechos pagados por Pemex, están cubiertos al cien por ciento. Esos recursos los tenemos por haber actuado de manera precavida.

Cerrarán la producción básica para las refinerías

Si bien anunció que será el jueves cuando las secretarías de Energía y Hacienda, así como Pemex presentarán el programa energético para enfrentar esta coyuntura, señaló que por lo pronto, lo que procede es cerrar nuestra producción básica para las refinerías. La apertura de nuevos campos petroleros permitirá que a esos pozos, ahora que no tiene valor el petróleo, le podamos cerrar las válvulas porque no pierden presión y se puede reanudar la producción rápidamente a diferencia de los campos maduros donde, la falta de presión, al cerrarlos llevaría tiempo su reactivación.

Paralelamente, el Presidente destacó otra vertiente que atemperará, dijo, los efectos de la caída del precio del crudo: la inversión que se hizo el año pasado en la rehabilitación de las seis refinerías que hay en el país, lo que favoreció que en la actualidad se procesen 800 mil barriles de petróleo del millón 700 mil barriles que produce México diariamente.

Anticipó que para el próximo mes esta refinación podría alcanzar el millón de barriles, lo cual posibilitará la reducción en las importaciones de gasolinas y, consecuentemente compensar la crisis por el desplome en el precio del crudo.

Al abundar en la forma que se enfrentará la profundización de la crisis económica, aseveró que no argumentará que se trata de factores externos, lo que ha incidido en el desempeño de la economía mexicana, aunque parezca obvio.

Tras insistir que no se acudirá al financiamiento de organismos internacionales, afirmó que México tiene las reservas suficientes para hacer frente a la situación mediante a un mayor ajuste en el gasto gubernamental, reduciendo el costo del aparato para liberar fondos que se va a seguir trasladando al pueblo.