El programa de vales para la compra de alimentos que puso en marcha la mayoría de las alcaldías de la Ciudad de México para apoyar a la población más vulnerable, así como a los pequeños y medianos empresarios de las demarcaciones, rompe con el corporativismo que caracteriza a estas acciones, en las que buena parte de los recursos se van a las grandes cadenas de tiendas de autoservicio, resaltó el coordinador del gabinete de seguridad ciudadana y procuración de justicia capitalino, Tomás Pliego Calvo.

En entrevista, el encargado de coordinar y consensuar dicha estrategia entre los alcaldes, junto el secretario de Desarrollo Económico, Fadlala Akabani, y cuyo propósito es paliar los efectos de la emergencia por Covid-19, destacó que el apoyo se entrega a los beneficiarios de Liconsa, es decir, no se trata de un padrón elaborado por las alcaldías, lo que garantiza que la ayuda llegue a quien más la necesita y se blinda contra el clientelismo.

Es la primera vez que se hace un programa con estas características en la ciudad y que rompe absolutamente con la posibilidad de ejercer el corporativismo, que estuvo muy arraigado por los grupos políticos que gobernaron la ciudad y el país durante muchos años.

Es un negocio redondo para los ciudadanos porque se beneficia a las familias más necesitadas y a la vez a otro grupo de vecinos constituido por pequeños y medianos comerciantes. Los recursos se quedan en las demarcaciones; esa es la grandeza del programa, explicó el funcionario.

En el programa, denominado Mercomuna, participan 14 alcaldías, las cuales invertirán en conjunto alrededor de 500 millones de pesos en beneficio de más de 458 mil familias que recibirán vales por 350 pesos quincenales, en tres entregas, que sólo se pueden canjear en mercados públicos y comercios barriales como tiendas de abarrotes y panaderías.

Respecto de que las alcaldías de Benito Juárez y de Venustiano Carranza se negaron a formar parte de esta estrategia –Cuajimalpa de último momento decidió participar–, Pliego Calvó manifestó que tal como anunció la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se analizará qué acciones se emprenderán para atender a la población vulnerable de esas demarcaciones.

Los vales, explicó, se entregarán en las lecherías Liconsa, cuyo padrón de beneficiarios está muy consolidado y acaba de ser auditado y depurado por el gobierno federal, y no se pueden cambiar en las cadenas de supermercados, sino en pequeños comercios que vendan productos de primera necesidad que se hayan registrado previamente ante las alcaldías.

El listado de comercios participantes podrá ser consultado en la web, además de que cada uno de estos negocios va a pegar cartelones y mantas para informar que están adheridos al programa y los propietarios cambiarán los vales por dinero en efectivo, cheque o transferencia monetaria directamente en la alcaldía que les corresponda.

Agregó que cada alcaldía determinará la emisión de los vales que repartirá y que este programa es una muestra de que estamos ayudando a la iniciativa privada ante la emergencia sanitaria, pero a las pequeñas empresas, que son las que viven al día, y sobre la posibilidad de darle continuidad después de la emergencia sanitaria, dijo que eso lo determinará la evaluación de la estrategia.