La Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovacción de la Ciudad de México informó que junto con la Coordinación Nacional de Protección Civil, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), entre otras instancias, se trabaja en la producción de 5 millones de mascarillas tipo N95 y caretas de grafeno, además de mil cajas de intubación de acrílico que empezarán a ser distribuidas en los próximos días a los hospitales que atienden a personas con Covid-19.

Asimismo, la dependencia agregó que se avanza en el diseño de un robot inteligente que contará con espacios para llevar alimentos y medicinas a los pacientes, el cual se autoesterilizará cuando salga de áreas peligrosas y será operado vía remota mediante radiofrecuencia en un rango que no dañe la respuesta de los equipos de los hospitales.

Asimismo, contará con una tableta electrónica que ofrecerá al paciente una mayor interacción con sus familiares y médicos y de esta manera evitar la exposición de personal no vital en las áreas Covid.

Lo anterior forma parte de los proyectos que realiza la Red Ecos, formada por instituciones de educación superior, ciencia y tecnología, así como de salud de toda la República Mexicana, que han unido esfuerzos para hacer frente a la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, con la participación de la iniciativa privada para el desarrollo de los proyectos.

Para las mascarillas N95 se trabaja con el instituto y la facultad de Ingeniería de la UNAM y la empresa Atfil, y dichos insumos contienen material certificado y un sellado ergonómico sobre la cara para evitar el ingreso del virus por los costados.

Con el IPN, la UNAM y la empresa Graphenemex se trabaja en la fabricación de caretas de grafeno con una porosidad inferior a una milmillonésima parte de un metro, además de que se estima producir al menos mil cajas de intubación de acrílico, proyectos a los que la Secretaría de Educación capitalina apoya con recursos económicos.

Otro proyecto tiene que ver con el diseño y la creación de ventiladores pulmonares de tipo invasivos, algunos de ellos ya se prueban en porcinos, y se gestiona su validación ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, así como el establecimiento de una fábrica en el oriente de la Ciudad de México.