Miércoles 15 de abril de 2020, p. 15
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó hace tres años una serie de directrices dentro de la Recomendación 205 sobre el empleo y el trabajo decente para la paz y la resiliencia
, que buscan preservar y reactivar la generación de fuentes laborales tras periodos de guerra o de desastres de diversos tipos, por lo que se ajusta a la actual emergencia internacional por la pandemia de Covid-19, y en las que se recomienda incentivos a empresas y alianzas con el sector privado.
En el documento –que no ha sido aprobado por México– se propone el apoyo a las empresas sostenibles para asegurar la continuidad de la actividad empresarial, manteniendo y aumentando así el nivel de empleo y posibilitando la creación de puestos de trabajo y de oportunidades de generación de ingresos
.
Dentro de una serie de puntos que enumera como oportunidades de generación de empleos e ingresos, recomienda que los estados miembros de la agencia, dependiente de Naciones Unidas, consulten a los empleadores y a las organizaciones de trabajadores más representativas para adoptar las medidas en esta materia.
Propone que se brinde, en conjunto y como respaldo al sector público, el fomento de alianzas público-privadas responsables desde el punto de vista social, económico y ambiental.
Plantea el establecimiento de incentivos para que las empresas multinacionales cooperen con las empresas nacionales a fin de crear empleo productivo y libremente elegido y trabajo decente y aplicar la debida diligencia en materia de derechos humanos, con miras a asegurar el respeto de los derechos humanos y laborales
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La mayor parte del documento está enfocado a las medidas para atender a los sectores de mayor marginación, migrantes o desplazados, en busca de que sean objeto de medidas para garantizar empleos dignos, así como iniciativas de recuperación y desarrollo de la economía local, prestando una atención especial a los medios de vida tanto en las zonas rurales como urbanas.