En la capital 49.2 por ciento de la población vive en condiciones de hacinamiento, según los resultados del estudio Medición de la pobreza y la desigualdad en la Ciudad de México, 2012-2018, que presentó en agosto pasado el Consejo de Evaluación del Desarrollo Social (Evalúa), lo que es propicio para generar situaciones de estrés y tensión entre los integrantes de las familias.

Especialistas en salud mental y autoridades capitalinas advirtieron que esta situación se intensifica en casos de encierro prolongado, por lo que recomiendan generar dinámicas en las que es esencial integrar a todos, así como mejorar la comunicación e involucrarse en las actividades de los demás.

María del Consuelo Colín Durán, sicóloga de la Universidad del Valle de México y con estudios en la Facultad de Medicina de la UNAM, explicó que se puede alentar una mejor convivencia al distribuir funciones en las diversas actividades que se realicen, desde preparar la comida hasta las más simples como ir al súper, pues si bien sólo se va a permitir a una persona entrar, las demás tendrán que quedarse en el auto, pero ya todos participaron.

Ilián Blanco-García, directora de Coordinación y Desarrollo Sectorial de la Secretaría de Salud (Sedesa), señaló por su parte que el gobierno local ha desarrollado diversas acciones para tratar de mitigar el estrés por el encierro, como cursos, museos y alternativas de entretenimiento virtuales que se han promovido, aunque admitió que mucha gente que vive en condiciones de hacinamiento no tiene acceso a medios digitales, en cuyo caso sugirió recurrir a la televisión pública con programación recomendable para menores y adolescentes.

Colín Duran afirmó que en esta contingencia la convivencia familiar es esencial para hacerla más llevadera, con actividades que mejoren la comunicación como al lavar los trastes: un integrante de la familia los lava, otro los seca y otro los acomoda. Las actividades tienen que estar enfocadas en la integración, que todos participen, que todos vean que están participando y alentando el ambiente familiar.

Recomiendan involucrarse en las tareas de los demás

Para la sicóloga esto también debe hacerse en las actividades recreativas como ver televisión y tareas que no forman parte de la cotidianeidad, como reparar un mueble en mal estado e involucrarse en las de otros. “Una paciente me comentaba que nunca se hubiera imaginado aprender a jugar Xbox y uno de los motivos de la consulta de su hijo –antes de la emergencia sanitaria– era que se la pasaba jugando y no hacía la tarea y ahora me dice: ‘nunca me imaginé jugar y allí me tiene en el juego, aprendiendo, pero ahí voy’. Son situaciones que uno tiene que aprovechar para involucrase en las actividades de los hijos, de la pareja; es el momento, es la oportunidad”.

La especialista y la funcionaria coincidieron en que es importante dar seguimiento solamente a fuentes oficiales de información y los contenidos que salgan de ellas, ya que ayudan a canalizar la ansiedad, la incertidumbre y el miedo; otro aspecto engloba a la inteligencia emocional, que es posible identificar las reacciones positivas y negativas, controlarlas y canalizarlas, con actividades artísticas y que permitan mejorar la convivencia.

Finalmente, en caso de presentarse situaciones que salgan de control, ambas sugieren recurrir a los servicios que ofrecen las instituciones públicas para atenderlos, como la violencia hacia las mujeres se deberá contactar a las Lunas, Locatel o al 911, de manera que sientan que tienen el respaldo de la autoridad, lo que contribuye también a reducir el miedo y la ansiedad.