Nueva York. Donald Trump acusó a la Organización Mundial de Salud (OMS) de lo que se le acusa a él, y arremetió contra inspectores federales independientes que se atreven a no someterse a su línea oficial al surgir aún más evidencia de que la Casa Blanca sabía de la gravedad potencial de la pandemia desde finales de enero y no actuó, con consecuencias más que visibles hoy en Nueva York y a lo largo del país.

Trump, en su conferencia informativa casi diaria, continuó con su práctica de responsabilizar a otros por casi cualquier problema que enfrenta, y en esta ocasión le tocó a la OMS, la organización multilateral de salud pública más importante del planeta en medio de una pandemia. El mandatario estadunidense amenazó con suspender la aportación estadunidense a dicha organización, porque fallaron en advertir sobre la pandemia y se equivocaron.

Continuó acusando de que no vieron el inicio, y que no lo reportaron –todo lo cual es falso–. Pero es justo por lo cual él ha sido criticado.

De hecho, este martes se reveló más evidencia irrefutable de que el magnate y su círculo estaban más que enterados del peligro potencial de una pandemia de este tipo, contradiciendo a un presidente que insiste en que nadie podría haber sabido. Desde finales de enero, confirmaron Axios y el New York Times, circuló un memorando en la Casa Blanca advirtiendo que el coronavirus podría resultar en hasta medio millón de muertes en este país y un costo económico de casi 6 billones de dólares.

El documento fue redactado por el asesor económico del presidente, Peter Navarro, quien después preparó un segundo memorando a finales de febrero aún más alarmante, señalando la posibilidad de 100 millones de contagiados y 2 millones de muertos en este país si no se actuaba de inmediato.

Trump dijo ayer que no vio el documento, y que si lo hubiera leído tomaría las mismas decisiones.

Las consecuencias del manejo de la crisis por Trump estaban más que manifestas en lo que aún es llamado el epicentro de la pandemia en Estados Unidos. El gobernador de Nueva York informó del número más alto de decesos relacionados con el Covid-19 en las últimas 24 horas –un total de 731–, con esta ciudad superando ya a Italia en el número de contagiados, con casi 140 mil del total de los más de 380 mil casos a nivel nacional.

Sin embargo, el gobernador indicó que las hospitalizaciones podrán haber llegado a su máximo punto, lo cual podría indicar el inicio de un descenso de nuevos casos.

A escala nacional se reportaron ayer más de mil 700 muertes relacionadas con el coronavirus, el número más alto de decesos en un día.

Mientras tanto, Trump despidió al inspector general del Pentágono que había sido designado por un panel de inspectores generales para supervisar el uso del megapaquete de apoyo económico de 2 billones de dólares aprobado por el gobierno federal la semana pasada, en otro acto más contra todo intento de imponer cualquier tipo de supervisión independiente al poder presidencial.

Ayer criticó por tuit el informe de la inspectora independiente de la Secretaria de Salud después de un informe de su oficina detallando las demoras extensas para proveer kits de pruebas diagnósticas y falta de equipo médico en los hospitales del país. El presidente escribió que se trataba de “otro dossier falso”, y acusó a la funcionaria de ser leal a Barack Obama.

La semana pasada, Trump despidió al inspector general de inteligencia, quien envió, cumpliendo a la letra su deber en ese puesto, el informe dentro de la Casa Blanca que llevó al proceso de impeachment contra el presidente.

En los hechos, y en gran parte por su fracaso en responder de inmediato y de la manera indicada a esta crisis, el gobierno de Trump ahora enfrenta –si se cumple su cálculo oficial de mejor escenario con sólo 100 mil decesos– más muertes estadunidenses que las bajas en las guerras de Corea y de Vietnam combinadas.