Opinión
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Balance de la jornada

Pasan la factura a los futbolistas

E

s muy fácil hacer negocios cuando se tiene la mesa puesta, cuando haces mancuerna con gobernantes corruptos, zalameros y obsequiosos, que sin remordimiento donan terrenos y ceden estadios en comodato a precio de ganga. Sin embargo, los empresarios que no tienen empaque para afrontar los grandes retos, se ponen de rodillas a la primera vuelta de tuerca que les aplica la vida.

Hace unos días Jesús Martínez Patiño, dueño de Grupo Pachuca, hizo declaraciones tremendistas y en tono dramático advirtió: “No podemos garantizar –si esto sigue así– que aguante el negocio. ¡Ninguno lo aguanta!” Un negocio, si en verdad lo es, reditúa lo suficiente para armar un colchón y poder enfrentar esos imponderables que nunca faltan.

El Covid-19 causa desastres por doquier y el futbol resultó una de las industrias más vulnerables, pero de inmediato los dueños de equipos pasaron la factura a los futbolistas que junto con los cuerpos técnicos absorben el grueso de los ingresos de cada club. La postura casi unánime de los propietarios fue decir: no hay ingresos, no hay para pagar salarios.

Los federativos mexicanos tienen décadas presumiendo finanzas boyantes, han estado pegados como sanguijuelas al futbol estadunidense para succionar dólares. Lo hicieron a tal grado que a la afición mexicana le arrebataron a su selección nacional, la cual es manejada por la empresa Soccer United Marketing (SUM), encargada de organizarle un calendario año con año con partidos sólo en Estados Unidos.

Asimismo, los equipos aprovechan cada fecha FIFA para correr a jugar partidos amistosos al vecino país del norte. No conformes, idearon la Liga de Naciones, con partidos entre algunos equipos de la Major League Soccer (MLS) y la Liga Mx. Más todavía: sueñan con hacer un único torneo entre ambas ligas para, definitivamente, manejar puros billetes verdes… Y resulta que hoy no tienen un fondo para solventar la emergencia.

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▲ Jesús Martínez, dueño de Grupo Pachuca, señaló que no puede garantizar que aguante el negocio si la parálisis económica continúa.Foto Jam Media

Querétaro, Tijuana, Santos, Atlas, Pumas, Pachuca, León, San Luis, Morelia, Chivas, Necaxa y hasta el poderoso Monterrey imitaron a toda velocidad a varios clubes europeos que tocaron sueldos a sus jugadores, ya sea con rebajas o difiriendo los pagos, ¿será que los realmente solventes son Tigres, América y Bravos?, mientras Cruz Azul, Puebla y Toluca titubean.

Llama la atención la postura de los Rayados, pues fue considerada por Forbes la franquicia más rica de México con valor de 319 millones de dólares; es la que más dinero cobra por derechos de transmisión de sus partidos, pero es tacaña como ella sola. Además es la que, teniendo tanto dinero, trata pésimo a su equipo femenil con traslados que son un suplicio. Una vergüenza su actitud, junto con el torneo que estaba brindando hasta la fecha 10.

Cuando el barco se hunde, los primeros lanzados por la borda resultaron los infantes. Entre las primeras medidas ante la crisis, los federativos concluyeron de forma anticipada los torneos Sub-13, 15, 17 y 20; se les olvidó que la selección de cadetes ha sido la única en dar a México dos títulos del mundo... En medio de este escenario, la Asociación Mexicana de Futbolistas que dirige Álvaro Ortiz no ha dicho ni pío.

Si tan mal están las finanzas del futbol mexicano, significa que desde antes de que apareciera el Covid-19 con su manto siniestro, los empresarios del balón, dueños de papel, ya tenían instalado un respirador artificial.