Guayaquil. El gobierno de Ecuador comenzó a utilizar ayer contenedores refrigerados como morgues temporales ante el creciente número de fallecidos que ya rebasan la capacidad de los depósitos de los hospitales en la ciudad de Guayaquil, principal foco del nuevo coronavirus en el país.

En la nación ya se han reportado 172 muertos por el virus y 3 mil 465 casos, una de las cifras más altas de América Latina, de acuerdo con el conteo de la Universidad Johns Hopkins.

El presidente Lenín Moreno reconoció el jueves que los números se quedan cortos y que se recogen 100 cadáveres diarios en asilos de ancianos por diferentes causas de fallecimiento, entre ellas Covid-19.

La alcaldía de la ciudad indicó que entregó tres contenedores refrigerados al gobierno. El viernes donó uno de alrededor de 12 metros, el más grande que existe, al laboratorio de criminalística de la policía para albergar los cuerpos de las personas que al momento son recogidos en la ciudad.

Unas 150 personas han sido enterradas en un cementerio de esta urbe portuaria, una de las más pobladas de Ecuador.

Otro contenedor se instaló en el hospital Teodoro Maldonado Carbo, en el sur de Guayaquil, que reconoció en un comunicado difundido el viernes que la pandemia desborda la capacidad de atención de varios servicios hospitalarios y enfrenta un incremento de decesos por Covid-19 u otras enfermedades.

El nosocomio, perteneciente al instituto de previsión social, indicó que como parte del manejo de bioseguridad se preparó un depósito refrigerado para la movilización de los cuerpos hacia el camposanto.

En el centro de salud, trabajadores médicos con equipos de protección colocaban cuerpos envueltos en plástico en un contenedor ubicado en sus instalaciones, según un fotógrafo de Reuters.

A las quejas de decenas de personas en redes sociales por la demora en el retiro de cadáveres de los hogares en la ciudad, se ha sumado la desesperación de los familiares en las morgues de los hospitales para retirar los cuerpos y trasladarlos a los atestados cementerios.

Para acelerar la recolección e inhumación de cadáveres, el gobierno instalará nuevos mecanismos para ayudar a las familias que reclaman ayuda, entre los que está un nuevo canal de denuncias para muertes en hogares y un sitio digital para conocer sobre los sepelios.

En tanto, el presidente de Perú, Martín Vizcarra, informó que envió a la frontera con Ecuador equipo militar blindado que realizará patrullajes terrestres y aéreos para frenar el ingreso de indocumentados y la propagación del virus en su territorio, con 73 decesos y mil 746 infectados.

Las medidas también incluyen el refuerzo del litoral norte (peruano) con la capitanía de puertos para evitar pases clandestinos por agua o tierra, añadió Vizcarra en una rueda de prensa virtual para informar sobre los efectos del virus en el país y las medidas tomadas para contrarrestarlo.

Hace tres días, seis migrantes venezolanos fueron detenidos en Tumbes, la región norteña fronteriza con Ecuador, tras ingresar ilegalmente a Perú en el contexto de la cuarentena nacional y toque de queda nocturno en vigor para controlar la propagación de la enfermedad.

En Brasil, donde hay 445 defunciones y 10 mil 360 contagios, la cámara baja del Congreso aprobó una enmienda constitucional para elaborar un presupuesto de guerra que separe el gasto relacionado con el coronavirus de las cuentas principales del gobierno para proteger la economía en la crisis sanitaria.

Esta medida, propuesta por el presidente de la cámara baja, Rodrigo Maia, y otros legisladores, necesita aún la aprobación de al menos tres quintas partes del Senado en dos rondas que, se espera, se celebren la próxima semana.

El recinto aprobó la noche del viernes el texto principal con 423 votos a favor y uno en contra, en una segunda ronda de votación. En la primera hubo 505 votos a favor y dos en contra.

El Ministerio de Salud informó que el gobierno todavía no cuenta con la cantidad suficiente de respiradores, camas de terapia intensiva, personal calificado y pruebas de diagnóstico para hacer frente a la fase más aguda de la pandemia.

En tanto el abastecimiento de estos insumos no alcance niveles seguros, las autoridades sanitarias no recomiendan flexibilizar las medidas de distanciamiento o confinamiento social, como defiende el presidente Jair Bolsonaro, quien considera el coronavirus como una gripecita.

Con caudales de ríos en mínimos históricos y embalses secos, la sequía golpea la zona central de Chile, donde las comunidades locales se vuelven más vulnerables a la pandemia. Una legislación laxa y años de abundancia comprometieron los caudales de las cuencas del centro del país hasta secar a la gran mayoría.

Colombia intentaba socorrer a más de 2 mil 500 ciudadanos varados en diferentes partes del mundo debido a la crisis sanitaria, mientras unos 500 bolivianos lograron ingresar a su país después de permanecer varios días en la frontera con Chile.