En América Latina, la infancia en situación de calle está entre los sectores más vulnerables ante el Covid-19, pues estos menores no sólo están expuestos a contraer la enfermedad por sus condiciones precarias de vida, sino que también son blanco de ataques y discriminación por parte de sectores que los ven como un potencial foco de contagio, alertaron especialistas de México, Brasil y Puerto Rico durante un foro virtual organizado ayer por la Red por los Derechos de la Infancia en México.

Luis Enrique Hernández, director de la asociación civil de apoyo a la infancia callejera El Caracol, alertó que la situación actual por el coronavirus ha servido para fortalecer campañas de retiro forzado o limpieza social de estas poblaciones, sin ofrecerles opciones ni garantizar sus derechos básicos.

De acuerdo con el activista, estudios oficiales de 2017 y 2019 indican que en la Ciudad de México hay más de 4 mil 500 personas en situación de calle, de las cuales 2 por ciento son menores de edad, pero enfatizó que obviamente hay un subregistro enorme, porque tan sólo El Caracol ha trabajado en semanas recientes con 30 núcleos callejeros, integrados por unas 500 personas.

Hernández señaló que los hombres, mujeres e infantes a los que se les atendió en el marco de la emergencia por el Covid-19 no contaban con ninguna información oficial sobre el tema ni se les había ofrecido ayuda. De igual forma, indicó que cinco personas tuvieron síntomas de enfermedad respiratoria, pero los hospitales no los recibieron con el argumento de que estaban saturados.

Por su parte, Marco Antonio Da Silva, director del Movimiento Nacional de Meninos y Meninas de Brasil, destacó que la situación para las poblaciones callejeras del país sudamericano es muy complicada, debido a que el propio presidente Jair Bolsonaro menosprecia el riesgo de la enfermedad y no hay recursos suficientes para las instituciones públicas que atienden a los niños y niñas sin vivienda.

Marcos Santana, director ejecutivo de la Red de Organizaciones de Infancia de Puerto Rico, lamentó que en la isla tampoco hay instituciones gubernamentales que se hagan cargo de proteger a los pequeños en situación de calle frente al Covid-19, y además se criminaliza su estancia en la vía pública.