Jueves 2 de abril de 2020, p. 31
Comerciantes y empresarios organizados de la Ciudad de México instaron a las autoridades federales y locales a proteger a las micro, pequeñas y medianas empresas y el empleo a medida que avanza la contingencia sanitaria.
De acuerdo con los datos más recientes reportados por la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) de la Ciudad de México, a la fecha han cerrado 6 mil 654 comercios en general.
El 80 por ciento del empleo en México es generado por pequeñas y medianas empresas, por lo que es necesario que se implemente un programa de apoyos directos a fin de garantizar la conservación de las fuentes de trabajo, de lo contrario, 20 por ciento de las mismas está en riesgo, señaló el organismo empresarial.
Asimismo, la Coparmex Ciudad de México respaldó el llamado de las autoridades locales y federales para preservar la salud y el empleo de los habitantes de la ciudad ante la emergencia sanitaria, y evitar que la pérdida de empleos se multiplique varias veces respecto de los que se perdieron en la crisis sanitaria por el H1N1 de 2009.
Para ello es indispensable aplicar medidas de mayor calado en favor de las empresas, especialmente las micro, pequeñas y medianas, pues sólo de esta manera se podrá brindar protección al empleo de los trabajadores
, agregó.
Tan sólo en la Ciudad de México, 118 mil patrones registrados ante el IMSS generan más de 3 millones 400 mil empleos
, indicó.
Pérdidas anticipadas
Como referencia, basta recordar que en la crisis sanitaria por el H1N1 de 2009 se perdieron en la capital del país 4.1 por ciento de los empleos permanentes del sector formal. Hoy dicha cifra equivaldría a 123 mil 748 personas, agregó.
Esta vez, considerando la profundidad y el tiempo de la emergencia sanitaria prevista por el Covid-19, dicha cifra podría multiplicarse varias veces.
En ese sentido, hizo un llamado urgente al gobierno federal y al de la ciudad a fin de que consideren propuestas que busquen asegurar liquidez en el mercado interno, entre las que destacan la reformulación del presupuesto público para reorientar recursos que permitan enfrentar la crisis, y esquemas fiscales como el diferimiento del pago en impuestos en tanto dure la parte más crítica de la emergencia sanitaria
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