La ampliación del receso escolar al 30 de abril ante el avance en el país de la epidemia del Covid-19 no pone en riesgo el ciclo escolar, pues nunca se ha cancelado, ni con los sismos de 1985 ni con el terremoto de septiembre de 2017, lo que generó la suspensión de clases por un mes en miles de escuelas de varios estados, afirmaron directores y profesores de educación básica.

En entrevista con La Jornada, señalaron que tras la decisión del gobierno federal de ampliar el periodo de suspensión de actividades, que en un principio se definió del 23 de marzo al 17 de abril, de acuerdo con el acuerdo emitido por la Secretaría de Educación Pública el pasado 16 de marzo, lo importante es ir elaborando los protocolos para el regreso a clases y garantizar la salud emocional de millones de alumnos de prescolar, primaria y secundaria.

Los profesores destacaron que la medida, que afecta a 36.6 millones de alumnos de educación básica, media superior y superior, no es la primera adecuación al calendario escolar que se ha aplicado, por lo que tenemos experiencia para la recuperación de contenidos, aunque habrá que definir aquellos aprendizajes esenciales que se deben priorizar una vez que volvamos a las escuelas.

Directores de escuelas primarias y secundarias señalaron que durante la primera semana de la Jornada Nacional de Sana Distancia “se ha mantenido el contacto con los estudiantes al menos una o dos veces por semana, en la mayoría de los grupos, aunque principalmente para resolver dudas.

Sabemos que hay temas que necesitan de la explicación y el seguimiento en clase, porque no todos los padres de familia pueden apoyar a sus hijos con sus aprendizajes. Por eso será muy importante definir el paso a paso del regreso a clases y qué conocimientos debemos priorizar para recuperarlos en el aula.

Profesores de secundaria también exhortaron a los padres o tutores a no dejar solos a los adolescentes ni permitir que se conecten a Internet durante gran parte del día. Mucho del esfuerzo que estamos haciendo en las aulas virtuales es para incentivar su lectura, y la realización de pequeños experimentos en casa que los mantengan interesados en su aprendizaje.