La DEA colaboró en la operación
Miércoles 1º de abril de 2020, p. 10
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda informó que bloqueó cuentas de cinco empresas y nueve personas físicas por presunto lavado de más de mil 400 millones de pesos (unos 60 millones de dólares) procedentes del cártel de Sinaloa y de otras cuatro vinculadas al capo Rafael Caro Quintero, prófugo de la justicia y buscado por Estados Unidos.
Según indicó este departamento en un comunicado el lunes por la noche, las investigaciones vinculadas al cártel de Sinaloa se llevaron a cabo en colaboración con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (la DEA, por sus siglas en inglés) y en ellas se detectó que una de las empresas, dedicada a la joyería, triangulaba recursos con otra ubicada en Delaware, Estados Unidos.
Cines con ganancias de casi $885 millones
Uno de los operadores financieros identificados por las autoridades aparece como representante legal de una cadena de cines ubicada en Culiacán, la capital de Sinaloa, que generó ingresos por casi 885 millones de pesos (unos 37 millones de dólares), más de la mitad recibidos en depósitos en efectivo.
Además, esa misma persona, a través de uno de sus familiares, constituyó una empresa dedicada a la construcción, con la que realizó retiros en efectivo por más de 100 millones de pesos (más de 4 millones de dólares).
Otro de los operadores detectados recibió, a través de su esposa, recursos de una empresa establecida en el estado de Jalisco que había expedido 58 cheques que se cobraron en efectivo por más de 12 millones de pesos (medio millón de dólares).
Cabe señalar que uno de los socios de dicha empresa también figura como accionista y/o representante legal de al menos 13 empresas más, dedicadas a la publicidad, consultoría, asesoría y construcción, las cuales tienen retiros en efectivo por un total de 497 millones de pesos
, más de 21 millones de dólares.
La UIF también informó de bloqueo de cuentas de otras cuatro personas, entre ellas un empresario del sector turístico en Puerto Vallarta, en el estado de Jalisco, vinculadas al capo Rafael Caro Quintero, narcotraficantes buscado por autoridades de Estados Unidos por el asesinato de un agente de la DEA y que está prófugo de la justicia.