Organilleros de la Ciudad de México exigieron a las autoridades capitalinas ser incorporados al seguro de desempleo o a cualquier otro programa social, a fin de obtener un apoyo que les permita paliar la mala situación económica que enfrentan, debido a la disminución de sus ingresos por la contingencia sanitaria provocada por el Covid-19.

Algunos con cubrebocas, otros cargando sus instrumentos –con un peso de al menos 40 kilos–, pero todos uniformados y con la misma exigencia: ser escuchados, aseguraron que su demanda es más importante que la declaratoria de emergencia sanitaria por el nuevo coronavirus.

Alrededor de 150 organilleros marcharon en punto de las 10:30 horas del Palacio de Bellas Artes hasta el edificio del gobierno local, donde hicieron un mitin. La sana distancia prácticamente no existió en la protesta.

Los organilleros coincidieron en señalar que tienen pérdidas hasta de 80 por ciento de sus ingresos, porque ya casi no hay gente en la calle y la que hay no nos apoya.

Con cartulinas en las que se leían consignas como: No puedo quedarme en casa, tengo que conseguir sustento para mi familia; Jodidos, los más vulnerables, y Somos una tradición de la ciudad, no se olviden de nuestra actividad, al final se congregaron más de una hora en el Zócalo.

Daniel Martínez, de 27 años, dijo que desde los 12 años es organillero y nunca había vivido una situación similar, ni cuando fue el temblor de 2017, al referir que antes de la contingencia y en días buenos lograba obtener hasta 400 pesos, pero que el domingo pasado apenas logró reunir 80 pesos.

Refirió que por la renta del aparato paga 150 pesos a la semana, a lo que se suman los gastos de los pasajes, la comida, la renta y los pañales de su bebé. Los organilleros se retiraron con la respuesta que les llevó su líder, Román Dichi, de que su petición será atendida.