Madrid. A medida que la pandemia del Covid-19 continúe creciendo es fundamental dar apoyo a las familias para minimizar las consecuencias negativas sobre los niños, advirtieron ayer el Fondo de la Organización de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La pérdida de empleos, el cierre de escuelas y la no disponibilidad de cuidadores implica que las familias, especialmente las de hogares de bajos ingresos, necesitan apoyo extra, alertaron

Las consecuencias de la pandemia, como la pérdida de empleos, un estrés prolongado y un deterioro de la salud mental, se seguirán notando en las familias durante los próximos años, explicó la jefa de Desarrollo Infantil Temprano de Unicef, Pia Rebello Britto.

Ambas agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) recomendaron que gobiernos y empresas refuercen el apoyo a las familias durante esta pandemia. Para los niños más vulnerables, la ausencia de sistemas sociales de protección adecuados aumenta su exposición al riesgo.

Las políticas y prácticas que favorezcan a la familia, incluidas la protección al empleo y los ingresos, las bajas por cuidados retribuidas, acuerdos para horarios flexibles y acceso a atención infantil de emergencia y de calidad pueden marcar una diferencia fundamental, sostuvieron la Unicef y la OIT.

A escala global hay 785 mil 979 contagios, 37 mil 810 muertos y 165 mil 889 recuperados, de acuerdo con el conteo de la Universidad Johns Hopkins. Más de 3 mil 380 millones de personas, es decir, cuatro de cada 10 humanos, en casi 80 países están confinadas por decreto o voluntariamente, para luchar contra la enfermedad.

Sin clases, más de mil 500 millones

El cierre parcial o total de centros educativos en gran parte del mundo ha dejado sin clases a más de mil 500 millones de niños y jóvenes, un aumento de 80 a 87.6 por ciento con respecto a la semana pasada, estimó la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Más de dos tercios de los fallecimientos, 26 mil 76, se registraron en Europa, el continente más castigado, con Italia y España a la cabeza.

Italia, con más de 11 mil 500 muertos y 101 mil casos, tuvo ayer una fuerte caída en la cifra de nuevos contagios por coronavirus, así como un récord en el número de pacientes recuperados desde que se declaró la pandemia. El gobierno prolongó el confinamiento hasta el 12 abril.

Francia confirmó el mayor aumento diario del número de muertos a causa del Covid-19, con 418, al superar 3 mil.

Con la epidemia, la afluencia de fallecidos en una funeraria en París es tal que no hay suficientes cámaras frigoríficas y los cuerpos se apilan en las salas de velatorio. En este momento tenemos 50 cadáveres ¡Llegan tantos féretros que no sabemos ni dónde meterlos!, contó una empleada de la funeraria, con la voz quebrada.

El príncipe Carlos de Reino Unido terminó su cuarentena luego de dar positivo por coronavirus la semana pasada, informó su residencia real, Clarence House.

El papa Francisco manifestó su preocupación por el riesgo de un genocidio virósico si se decide priorizar la economía y no la salud de los pueblos ante la pandemia.

En China, los comercios reabrieron ayer en la ciudad de Wuhan, donde surgió el brote viral a finales del año pasado, aunque escasearon los clientes. Las autoridades empezaron a levantar las restricciones impuestas contra el virus, que mantuvieron a 11 millones de personas en sus casas durante dos meses.

Entre 70 y 80 por ciento de las tiendas abrieron, aunque muchas impusieron límites al número de personas que podían aceptar al mismo tiempo. Los tenderos colocaron dispensadores de desinfectante de manos y comprobaban la temperatura corporal de los clientes para descartar que tuvieran fiebre.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, quien se encuentra en cuarentena, dio negativo a la prueba del Covid-19, tras conocerse que una de sus asesoras está contagiada, informó su oficina.

Las medidas de confinamiento suscitan a veces incomprensión en África subsahariana, donde gran parte de la población vive con menos de dos dólares al día y depende de la economía alternativa para sobrevivir.

En Zimbabue, uno de los países más empobrecidos de África, donde la policía patrullaba activamente en las calles de Harare para hacer respetar la orden de aislamiento, los habitantes lamentaron la suspensión de los transportes.

Los temores sobre el Covid-19 no deben ser explotados para atacar y excluir a las minorías, pidió el relator especial de la Organización Naciones Unidas sobre cuestiones de las minorías, Fernand de Varennes.

De Varennes dijo en un comunicado que su oficina ha recibido denuncias sobre chinos y otros asiáticos que están siendo atacados físicamente, así como de discursos de odio que culpan de la pandemia a minorías como los romaníes y los hispanos.