Las medidas adoptadas en México para enfrentar la epidemia por el nuevo coronavirus, que incluyen restricción de actividades en el sector privado y en el gobierno, así como la paralización de centros turísticos y algunas industrias, representan para la economía mexicana un costo equivalente a 30 por ciento de su producto interno bruto (PIB), es decir, unos 7.5 millones de pesos, tercera proporción más alta dentro de un grupo de 44 países evaluados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de acuerdo con ese organismo.

La afectación en México sólo es menor que la que resentirán Grecia y Japón, países en los cuales el impacto de las restricciones va de 35 a 32 por ciento del tamaño de sus economías, respectivamente.

La OCDE consideró que muchas economías entrarán inevitablemente en recesión, pues no únicamente lucharán contra la pandemia, sino para restaurar la actividad económica.

El secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, explicó que en todas las economías la mayor parte del impacto proviene de la afectación al comercio minorista y mayorista, pero también en los servicios profesionales e inmobiliarios.

Sin embargo, las afectaciones también dependen del peso que tienen las actividades económicas en cada país, pues si bien en algunas naciones el cierre de plantas para fabricar vehículos tiene más relevancia, el turismo cobra mayor importancia en otros como Italia.

Gurría destacó que el efecto del cierre de empresas puede originar reducciones de 15 por ciento o más en los niveles de producción de todas las economías avanzadas y en los principales países con economías emergentes, entre los cuales se ubica México.

Aunque, en promedio, la producción en las economías del Grupo de los 20 (G20) disminuiría en un equivalente a 25 por ciento de su PIB.

Añadió que el confinamiento afectará directamente a sectores que representan hasta un tercio del PIB en las principales economías mundiales.

Por cada mes de contención, enfatizó, habrá una pérdida de 2 puntos porcentuales en el crecimiento anual del PIB mundial.

Tabla de salvación para población y sector privado

Millones de muertes y el colapso de los sistemas de salud nos diezmarían financieramente y también como sociedad. Por ello, frenar esta epidemia y salvar vidas humanas debe ser la prioridad principal de los gobiernos.

Consideró que los gobiernos deben responder con una tabla de salvación a la población y al sector privado, el cual resurgirá muy debilitado cuando la crisis sanitaria haya pasado.

José Ángel Gurría calificó de positivo el resultado de la cumbre virtual del G20, realizada el jueves, en la cual presentó el Plan Marshall mundial, el cual busca contrarrestar los efectos de la pandemia.

Esta estrategia tiene como objetivo recapitalizar los sistemas sanitarios y epidemiológicos; movilizar las políticas monetarias, fiscales y estructurales; levantar las restricciones comerciales existentes, y apoyar a los países vulnerables en desarrollo y de bajos ingresos, así como mantener a flote las empresas, en particular las pequeñas y medianas, con paquetes de apoyo especiales.