El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha planteado la formación de un gobierno de unidad en el que él y Benny Gantz, líder del partido Azul-Blanco, se alternen el poder, a lo que este último se ha negado, pues no quiere que una nueva administración tenga al frente a alguien que enfrenta acusaciones de corrupción. La imagen, afuera del Parlamento, en Jerusalén, en una protesta contra el gobernante, a quien acusan de utilizar la crisis del Covid-19 para socavar las instituciones democráticas, al haber pospuesto su juicio penal y autorizar una vigilancia electrónica sin precedente a los ciudadanos.