Sábado 21 de marzo de 2020, p. 8
Antes de dedicarse a la música, Roxana Río intentó muchas otras cosas. En su natal Veracruz, siendo muy joven, cantaba y participaba en concursos. Después se mudó a Monterrey, donde estudió actuación, más tarde a la Ciudad de México y de ahí viajó a Estados Unidos e hizo radio durante algún tiempo.
Finalmente, en España asumió su carrera musical. En el país de donde es oriundo su padre, empezó a escribir sus propias letras ante la necesidad de expresar las emociones que vivía. Roxana sentía nostalgia por México y estaba en contacto con muchas cosas nuevas. Tomó su guitarra y se fue a los negocios de sus compatriotas para pedirles la dejaran interpretar sus canciones. En esos lugares muchos le pedían los temas de Chavela, y ella accedía.
De alguna forma, su mismo público la fue orientado al género que más ha desarrollado. El folclor, sobre todo las rancheras, les gusta a los españoles
, expresó Río.
Por eso, su reciente álbum, Donde nadie nos juzgue, es de alguna forma un homenaje a Chavela Vargas. En las casi dos décadas que vivió en Madrid, Río se dio cuenta de que la intérprete era un referente importante para las cantantes latinoamericanas
.
Así que empezó a combinar sus propias canciones con las que Vargas interpretaba. Roxana admira a Chavela y piensa que ella tenía muy buen gusto para elegir su repertorio. El disco de Río es una fusión de lo mexicano con ritmos españoles y contemporáneos a partir de elementos acústicos.
Aun así, la veracruzana opina que para cantar música española es necesario haber nacido con la sangre para ello
; sin embargo, también es de la idea de que algunos elementos de ambas musicalidades pueden ser mezclados fácilmente. La gente en ambos países comparte rasgos. Ellos también son bohemios, como nosotros; ambos somos intensos
.
La cantante, independiente, espera volver a presentarse frente a un público en mayo; aprovechará el tiempo para seguir escribiendo.