Salónica. La frontera entre Grecia y Turquía fue escenario de nuevos enfrentamientos la madrugada de ayer, luego de que 500 migrantes intentaron saltar una cerca para ingresar a suelo europeo.

La policía griega informó que empleó gas lacrimógeno para repeler el intento de entrada en Kastanies. Las autoridades turcas respondieron, en enfrentamientos que comenzaron a las dos de la madrugada y se prolongaron por cerca de dos horas.

Se estima que unos 2 mil migrantes permanecen en la línea divisoria entre ambas naciones, semanas después de que Turquía declaró la apertura de sus fronteras con Europa y animó a los migrantes y refugiados a tratar de cruzar a Grecia, que forma parte de la Unión Europea (UE).

Decenas de miles de personas se dirigieron a la zona a pesar de la insistencia de Grecia de que su frontera oriental se mantendría cerrada. La iniciativa se hizo efectiva tras meses de amenazas del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de que permitiría el paso de millones de refugiados a territorio comunitario, a menos que Bruselas proporcionara más ayuda para atender a los refugiados en su país.

La UE dice que está cumpliendo su parte del acuerdo firmado en 2016 con Ankara, por el cual proporciona miles de millones de euros en fondos a cambio de que se encargue de más de 3.5 millones de desplazados de la vecina Siria.

La violencia en la frontera comenzó horas después de una videoconferencia ofrecida por Erdogan con los mandatarios de Francia, Emmanuel Macron; Alemania, Angela Merkel, y Gran Bretaña, Boris Johnson, para abordar la crisis migratoria.

Los cuatro líderes también comentaron formas de resolver el conflicto en Siria y entregar ayuda humanitaria en la asediada provincia de Idlib, de acuerdo con un comunicado de la oficina de Erdogan, que no dio más detalles en un primer momento.

La teleconferencia se organizó después de que los líderes europeos cancelaron sus planes de viajar a Estambul debido a la crisis por el nuevo coronavirus.

Precisamente y como una nueva medida contra la pandemia, Alemania dejará de aceptar refugiados y suspenderá la admisión por motivos humanitarios hasta nuevo aviso, declaró un vocero del Ministerio del Interior al diario Welt.

Alemania impuso desde el martes una prohibición de ingreso a ciudadanos ajenos a la UE, de conformidad con otros países europeos.

Además, el ministerio alemán del Interior ordenó a la Oficina Federal de Migración y Refugiados, en vista de las medidas tomadas para contener la pandemia del Covid-19, suspender los procesos de reubicación con Turquía y todos los programas de refugiados para personas en situaciones de emergencia.

Desde 2012 Alemania ha aceptado refugiados por situaciones de emergencia humanitaria como parte del programa de reubicación de la UE. Cada año busca auxiliar a 5 mil migrantes.