Miércoles 18 de marzo de 2020, p. 25
Una cuarta parte de trabajadores en México dependen del trabajo diario para generar recursos y subsistir, al no estar sujetos a un salario, revelan datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Ante una eventual reducción de la actividad económica como medida para paliar el efecto del Covid-19, seis de cada 10 no tienen acceso a servicios de salud, la misma cantidad labora en la informalidad y cuatro de cada 10 no cuentan con protección alguna por parte de su trabajo.
Mientras, el indicador de pobreza laboral que genera el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social advierte que 37.3 por ciento de la población en México no puede adquirir la canasta alimentaria con los ingresos que aporta trabajar, es decir, alrededor de 48 millones de personas. Y datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe reportan que, pese a estar empleados en México, 8 por ciento de los trabajadores se encuentran en pobreza extrema.
En una actividad económica ya deprimida desde el año pasado, cuando se contrajo 0.1 por ciento y un nuevo escenario en el que la afectación al producto interno bruto todavía no ha sido cuantificado, es necesario procurar apoyos a la unidades económicas pequeñas y medianas, que contratan a 60 por ciento de la población, explicaron investigadores durante una entrevista.