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El enfrentamiento entre gobierno y cárteles, conflicto armado no internacional, considera organismo suizo
 
Periódico La Jornada
Domingo 15 de marzo de 2020, p. 10

Aunque la administración federal actual declaró el fin de la guerra contra el narco, durante 2019 el Estado mexicano y los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) formaron parte de un conflicto armado no internacional, según estudios de la Academia de Derecho Humanitario y Derechos Humanos de Ginebra (ADHDHG), lo cual significa que el gobierno ha continuado la misma dinámica de enfrentamiento con la delincuencia organizada.

Así lo advirtió el director de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, José Antonio Guevara, quien señaló que en México ya pueden aplicarse las leyes que rigen los conflictos armados, lo que haría penalmente responsables en cortes internacionales a los servidores públicos que toleren o cometan ejecuciones extrajudiciales, tortura y otros abusos.

En entrevista con La Jornada, el investigador y jurista subrayó que en uno de sus estudios más recientes –del que este diario tiene una copia–, la ADHDHG concluyó que en 2019, primer año del gobierno del presidente López Obrador, “México y el CJNG fueron parte de un conflicto armado no internacional”.

De igual forma, la organización suiza destacó que “el nivel de organización del cártel de Sinaloa, así como la intensidad de la violencia armada entre este grupo y el CJNG y las fuerzas armadas mexicanas, permitió clasificar ambas situaciones como conflictos armados no internacionales”.

Lo anterior, indicó Marco Sassoli, director de la Academia de Ginebra, implica que el derecho internacional humanitario aplica a México.

Ante dicho escenario, José Antonio Guevara recordó que el actual gobierno indicó que rompería con la lógica de los enfrentamientos armados contra los criminales y que ya no habría órdenes de abatir o desaparecer delincuentes, pero al formar parte de un conflicto armado no internacional, se descubre que esa inercia no se ha detenido realmente.

Esto confirma que sólo hubo un cambio en las palabras, pero que en la práctica, con la militarización de la seguridad pública y la creación de la Guardia Nacional, la guerra continúa con la 4T, afirmó.