Nueva York. Harvey Weinstein fue sentenciado ayer a 23 años de prisión por violación y abuso sexual en un momento que muchas acusadoras del ex productor de Hollywood no pensaron que llegarían a ver.

El 24 de febrero, un jurado popular halló culpable a Weinstein de agresión sexual por practicar sexo oral forzado a la ex asistente de producción Mimi Haleyi en 2006, y de violar a la ex actriz Jessica Mann en 2013.

Las dos mujeres por las que fue condenado hablaron en la corte el miércoles antes de que el juez James Burke anunciara la sentencia, confrontando a Weinstein nuevamente luego de que sus testimonios ayudaron a sellar su condena en el juicio histórico para el movimiento #MeToo.

Desde octubre de 2017, Weinstein fue denunciado por acoso, agresión sexual o violación por más de 80 mujeres. Las actrices Ashley Judd, Gwyneth Paltrow, Kate Beckinsale, Uma Thurman y Salma Hayek lo acusaron de acoso o agresión sexual. Asia Argento, Rose McGowan y Paz de la Huerta, de violación. Mira Sorvino y Ashley Judd aseguran que acabó con sus carreras porque no cedieron ante su acoso.

Sin pedir perdón ni mostrar arrepentimiento, Weinstein, nacido en Nueva York, se dirigió al juez para solicitar clemencia.

Estoy totalmente confundido, sostuvo, sugiriendo que era víctima del movimiento #MeToo y de una suerte de caza de brujas que comparó con la persecución de comunistas impulsada por el senador estadunidense Joseph McCarthy en la guerra fría.

Fui el primer ejemplo y ahora hay miles de hombres que son acusados. Estoy preocupado por este país, añadió.

El ex productor, que cumplirá 68 años la semana próxima, se enfrenta así a la perspectiva de terminar su vida en prisión, luego de que el juez James Burke descartara la petición de Weinstein y su defensa de aplicarle la sentencia mínima de cinco años.

Un total de 24 de las 80 que lo denunciaron, como Ashley Judd y Rose McGowan, afirmaron que el legado de Weinstein es que será un violador en serie para siempre.

Irá a la cárcel, pero ninguna sentencia reparará las vidas que arruinó, las carreras que destruyó, o el daño que causó, sostuvieron.

Tras la sentencia, un débil y empalidecido Weinstein fue retirado de la corte en una silla de ruedas, mientras las seis mujeres que testificaron en su juicio se abrazaban en primera fila.

Varias personas presentes en la sala aplaudieron mientras las acusadoras y los fiscales salían del tribunal.

A la salida de la corte, la abogada principal de Weinstein, Donna Rotunno, calificó la sentencia de indecente.

El fiscal de Manhattan, Cyrus Vance, tras el anuncio de la pena, dijo: “agradecemos a la corte por imponer una sentencia que es una advertencia para los depredadores sexuales y las parejas abusivas en todas los segmentos de la sociedad.

Harvey Weinstein desplegó nada menos que un ejército de espías para mantenerlas en silencio. Pero se negaron a ser silenciadas, y fueron escuchadas. Sus palabras tumbaron a un depredador, lo pusieron tras las rejas y dieron esperanzas a los supervivientes de violencia sexual a través del mundo, indicó.

Egoísta y borracho de poder

Al exigir una pena dura, la fiscal Joan Illuzzi indicó al juez que Weinstein era egoísta, carecía de empatía y estaba borracho de poder.

Por momentos llorando, Mimi Haleyi declaró al juez que Weinstein destrozó su vida. Me siento aliviada de saber que no está por encima de la ley, comentó.

Este hombre robó mi cuerpo y estoy obligada a llevar la carga de esa experiencia conmigo hasta que muera, declaró al juez la otra acusadora, Mann. Pero ahora los monstruos ya no están más escondidos en mi clóset, añadió.

La chilena Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, tuiteó: se ha hecho justicia, en gran parte debido a la valentía de las mujeres que testificaron contra Weinstein.

Fuera de la corte, Tarale Wulff, quien testificó en el proceso cómo fue violada por Weinstein cuando era moza del bar Cipriani, manifestó sentir felicidad por primera vez.

Se prevé que el ex productor, padre de cinco hijos, sea encarcelado en Nueva York, aunque un portavoz de la fiscalía de Los Ángeles anunció que ya se habían iniciado los trámites para transferir a Weinstein a California, donde fue inculpado ante la justicia por otras presuntas violación y agresión sexual.