Una vez, Armando Manzanero dijo a Rosy Arango: Espere, no todo lo va a cantar al viento; ahora, cántelo suave, lento.

Los músicos se encontraban en República Dominicana y era la primera vez que hacían juntos el espectáculo Declárate inocente. A partir de entonces, la cantante analiza cada canción que interpreta y trata de imprimirle el sentimiento que los autores querían despertar en el público a través de su voz.

El mismo dueto podrá verse el próximo 19 de febrero durante el concierto Dos raíces, que la cantante sonorense ofrecerá en el Lunario del Auditorio Nacional. La velada, contó Arango en entrevista, será una oda a la cultura mexicana. Al entrar, un mezcal y una exposición de artesanos recibirá a los asistentes; habrá rebozos, figuras de cartón y tehuanas con huipiles juchitecos para hacer del concierto una experiencia que abarque todos los sentidos.

Para Rosy, México aún tiene más cosas buenas que malas, por lo que aprovecha su música para enaltecer y hablar de los textiles, rebozos, gastronomía y demás riquezas del país. La sonorense quiere acabar con la idea de que la música mexicana solamente es mariachi. Para ella, interpretar las canciones de grandes compositores nacionales, tanto nuevos como clásicos, le permite explorar sus emociones y sensaciones de una manera más profunda; por lo que la intérprete se ha dedicado a explorar la amplia gama de géneros que integran a la música nacional.

Hay cosas que pasan cuando uno canta que son inexplicables, estima Arango, quien es considerada la embajadora de la música regional mexicana. Una buena parte de sus interpretaciones están dedicadas al amor, tema que considera muy importante. Desde su perspectiva hay que celebrar el amor por uno mismo, y creo que teniendo eso como columna se pueden venir todos los amores que uno quiera, detalló.

La cantante ve en las nuevas generaciones una situación de tener y no tener. Poseen, pero no tienen la música; tienen las fotos, pero están en la nube, pero no es tangible, por eso quieres tener una relación pero no quieres una pareja; quieres tener amor, pero no un compromiso.

Rosy también es consciente de que la vida se trasforma y que por tanto es necesario adaptarse a nuevos contextos: sin embargo, también opina que algo que jamás se tiene que restructurar es el respeto y el amor que se le debe dar a las mujeres.

Tanto en sus conciertos como en sus discos, Arango trata de que la música esté viva. Detrás de cada instrumento hay un maestro músico que ha dejado ahí su corazón, explicó. En su reciente álbum Mi nombre es México, propone observar a la música desde una nueva perspectiva. Rosy considera que es importante seguir fomentando la cultura nacional porque para tener fuerza hay que tener identidad.