Sábado 15 de febrero de 2020, p. 4
Estambul. Un tribunal de Estambul absolvió ayer a la escritora turca Asli Erdogan tras un controvertido proceso por ‘‘actividades terroristas’’ que causó preocupación en la comunidad internacional.
La novelista fue acusada de ‘‘intento de atentar contra la integridad del Estado’’ y ‘‘pertenencia a un grupo terrorista’’. El tribunal ordenó el final de la causa por el cargo de ‘‘propaganda terrorista’’.
Este juicio fue muy seguido por organizaciones no gubernamentales (ONG) y observadores extranjeros, que lo consideraban un símbolo de la deriva autoritaria del poder turco tras un intento de golpe de Estado contra el presidente Recep Tayyip Erdogan en 2016.
Autora de varias novelas traducidas en el extranjero, Asli Erdogan era juzgada por haber colaborado en el diario prokurdo Ozgur Gundem, cerrado ese año por decreto.
Las autoridades turcas la acusaban de haber ayudado al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), grupo armado que lleva adelante una sangrienta guerrilla en Turquía y es calificado de ‘‘terrorista’’ por Ankara.
La escritora de 52 años, que reside en Alemania, no estuvo presente en la audiencia de ayer.
Su madre, Mine Aydostlu, expresó su sorpresa después del veredicto. ‘‘Créame, estoy muy contenta. Es lo que quería, pero me cuesta creerlo. Tuve que preguntar varias veces si realmente fue absuelta’’, dijo. ‘‘Creí que era cierto después de escuchar la palabra ‘absuelta’ nueve o 10 veces’’, añadió.
Textos literarios
Según Erdal Dogan, abogado de Asli Erdogan, la escritora recibe tratamiento médico en Alemania y podría regresar a Turquía.
‘‘Está enferma y no puede moverse demasiado. Hoy no volverá a Turquía, pero regresará, por supuesto, es su país, su patria’’, declaró.
En un texto leído por Dogan ante el tribunal, Asli Erdogan estimó que acusarla por ‘‘textos literarios es una cosa que la razón difícilmente pueda aceptar en el siglo XXI’’.
Destacó que el carácter político de sus escritos para Ozgur Gundem ‘‘se limitaba a la denuncia’’ de violaciones de los ‘‘derechos humanos’’.
La detención y encarcelamiento de Asli Erdogan durante más de 130 días en 2016 provocó una ola de indignación internacional.
Liberada en diciembre de ese año, tuvo que esperar hasta septiembre de 2017 para recuperar su pasaporte y poder salir de Turquía.
Para las ONG, su juicio era emblemático de las crecientes violaciones de la libertad de expresión en Turquía, en particular desde el intento de golpe de Estado del 15 de julio de 2016.
Tras el golpe fallido, el gobierno llevó a cabo una represión implacable contra intelectuales y medios de comunicación, como el diario de la oposición Cumhuriyet; varios periodistas fueron condenados por ‘‘terrorismo’’.
En una entrevista en 2018, Asli Erdogan expresó su preocupación por su país, calificando al actual gobierno de ‘‘fascista’’.