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José Gordon publica Gato encerrado y esboza una ruta para superar prejuicios e ignorancia

En entrevista con La Jornada, llama ‘‘a descubrir el vuelo de la inteligencia y la imaginación’’ // Ese libro es un intento para jugar con la creatividad, adelanta el escritor

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▲ ‘‘¿Qué herramientas tenemos para salir de esa prisión, de esa caja que nos limita? El arte y la ciencia, es decir, el conocimiento’’, responde José Gordon.Foto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Sábado 15 de febrero de 2020, p. 2

Los prejuicios y la ignorancia son las rejas más rudas que encarcelan nuestra mente. ¿Qué herramientas tenemos para salir de esa prisión, de esa caja que nos limita? El arte y la ciencia, es decir, el conocimiento, responde el escritor José Gordon (Ciudad de México, 1953), quien propone en su libro Gato encerrado una ruta para escapar de las ‘‘cajas perceptuales” de la mente.

Editado por Sexto Piso, con ilustraciones e ingeniería en papel de Sebastián Ilabaca, se trata de un libro pop-up, no exclusivo para niños sino dedicado a toda mente que se atreva ‘‘a saltar los límites de las páginas y del cerebro para descubrir el vuelo de la inteligencia y la imaginación”.

Mirar hacia arte y ciencia

En entrevista con La Jornada, José Gordon considera que los sucesos que afrontamos hoy nos separan y fragmentan; por eso es importante mirar hacia la ciencia y el arte, ‘‘pues la primera nos plantea entender, mientras el arte nos invita a recibir”.

El ensayista explica que al en-tender y recibir ‘‘ocure una experiencia silenciosa que comienza a vincularnos, a apreciar la mirada del otro, ponernos en el lugar del otro. Estimular la razón y el pensamiento crítico, aunado a la sensibilidad que nos da el arte, nos brinda imaginación para abrirnos al otro, para imaginar el sueño de mi prójimo.

‘‘Entonces, salir de la caja es posible al tratar de construir la posibilidad de abrirnos a los sueños, deseos y esperanzas de los otros, incluso a los miedos. Como nunca, para salir de esta caja tan terrible en la que vivimos en nuestras sociedades contemporáneas, necesitamos esos dos elementos esenciales: el pensamiento crítico de la ciencia, pero no el cientificismo ni a los tecnócratas, sino conocimiento científico para resolver problemas basados en creatividad científica y, por otro lado, la sensibilidad del arte, para tener empatía y saber que si el conocimiento no es compartido, entonces seguimos dentro de la caja. El gran reto es ensanchar los límites del conocimiento y crear sociedades de imaginación.”

Continúa Gordon: ‘‘Tenemos que llevar al escenario colectivo el lema que se escuchó en el 68: la imaginación al poder; es decir, hay que volver a descubrir lo que quiere decir la curiosidad, la capacidad de asombro, los ojos que nos abre la ciencia, la discusión, la reflexión, el diálogo, el compartir el sueño del otro.

‘‘Cuando descubrimos eso ocurre algo que planteaba el poeta Luis Rius: ya no podemos vivir como si la belleza no existiera, ya no podemos vivir como si la inteligencia no existiera. Al hacer el esfuerzo colectivo de salir de nuestras cajas, compartimos la buena nueva: hay una inteligencia y una creatividad que nos invita a resolver los problemas, pues cuando se está metido en medio de los árboles no se puede ver el bosque.

‘‘Por eso, ahora como nunca, necesitamos asomarnos al bosque de nuestra memoria y nuestra inteligencia colectivas, al universo que nos está invitando, con su diseño, con su inteligencia, con su creatividad, a buscar soluciones basadas en la ciencia y en la sensibilidad artística, vinculadas con la empatía.”

En su libro, Gordon propone al lector: ‘‘imagina que eres un gato” y a partir de ese momento, en el abrir, cerrar, desplegar, jalar y doblar los rincones de cada página, se abre un pequeño orificio en la caja-mente de quien se atreve a husmear.

‘‘Los ojos de gato siempre son un misterio que nos invita a descifrarlo”, estima. ‘‘Ramón Gómez de la Serna decía que los ojos de los gatos brillan en la espesura de la noche y están alumbrados porque detrás de esos ojos hay un sabio chino que está leyendo un libro con una vela.

‘‘Esa es la creatividad e imaginación que debemos descubrir, pues se trata de un patrimonio compartido que debemos ensanchar. Este libro es un intento de jugar con la creatividad para salir de la caja, pues un pop-up es un libro que invita, como en la película La rosa púrpura del Cairo, de Woody Allen, a salirse de la pantalla. En este caso, salirse de la página de papel para tocar al otro, para tocarnos.

‘‘El arte nos invita a imaginarnos sin miedos, más allá de las pesadillas que pensamos son sólo de uno. No, las pesadilla son de todos, y si vamos a salir de ellas, saldremos todos juntos. Claro, hay miedo, pero también hay que pensar que existen quienes están generando ese miedo; sin embargo, somos mayoría los que apostamos por otra cosa que no sea la barbarie, y no lo sabemos.

‘‘Hay que visibilizarnos para saber que somos más los que estamos comprometidos con una visión distinta del mundo, en la que queremos que aparezca la sonrisa de la imaginación, la belleza y la capacidad de transformar el sufrimiento propio y el de los otros.”

El libro Gato encerrado será presentado en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (29 de febrero a las 11 horas en el auditorio Bernardo Quintana). Participarán Fernando Rivera Calderón y el autor.