Lunes 10 de febrero de 2020, p. 14
El superávit primario de 1.1 por ciento respecto al producto interno bruto (PIB) alcanzado en 2019 se debió a que el gobierno federal usó 125 mil millones de pesos del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP), aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
La debilidad de las fuentes de ingresos se tuvo que compensar con recursos del FEIP, que es una fuente no recurrente, cuando el objetivo principal debería ser fortalecer los ingresos a través de un gasto que estimule el crecimiento y, por ende, una mayor recaudación
, asentó en su análisis semanal.
El organismo elogió los resultados favorables
sobre las finanza públicas, pero el FEIP fue el principal medio para protegerlas
, cuando lo ideal es que el superávit primario refleje la fortaleza de las fuentes de ingresos, en especial tributarios, que se relacionan con el crecimiento de la economía, así como de un gasto público controlado y no reprimido artificialmente
.
De no haber recurrido a dicho fondo, los ingresos del sector público hubieran registrado una caída de 0.8 por ciento porque, con excepción de la recaudación del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), que aumentó 27.9 por ciento, la correspondiente al impuesto sobre la renta (ISR) y al valor agregado (IVA) retrocedieron en 2.2 y 2.3 por ciento, debido a la caída de 0.1 por ciento del PIB.
El año pasado el déficit público sumó 398 mil 356 millones de pesos, pero al descontarle el costo financiero de la deuda pública, el balance primario arroja un superávit de 275 mil 748 millones de pesos o 1.1 por ciento respecto al PIB, una décima más que lo previsto y casi lo doble al 0.6 por ciento de 2018.
FEIP, aún con 158.5 mil mdp
Para el Ceesp el superávit primario es condición para la estabilidad de las finanzas públicas y evitar que la deuda crezca sin control, mientras con déficit primario los ingresos públicos no alcanzan para pagar la deuda y se recurre a un nue-vo financiamiento.