Incluir por ley, bandas mexicanas como abridoras de actos foráneos, y más mujeres
ara cerrar este ciclo reciente de reflexiones en el que este espacio ha tomado el pulso de la forma más aproximada posible, a la maltrecha escena musical local, en tanto rock, electrónica y géneros afines, generada en su mayoría de forma independiente (Ruta Sonora 31/01/20 https://bit.ly/2uqVrIb), va una arista más, a partir de un suceso que también pisó fuerte como referente a inicio de año.
El 8 de enero, el Senado de Chile aprobó la llamada Ley Teloneros, la cual fomenta la presencia de músicos nativos en conciertos de talento internacional. Esto es, contempla que cantantes y grupos chilenos sean involucrados como actos abridores de tales conciertos, siempre que convoquen al menos a tres mil personas; y si se trata de actos nacionales, deben ser incluidos nuevos artistas, también locales, cuando se convoque al menos a 600 personas.
La medida se tomó para que el público conozca a sus connacionales, en vista de la problemática global actual que desalienta la asistencia a foros pequeños a ver bandas nuevas (link citado), ya que se ha vuelto más atractivo acudir a festivales con muchos más artistas por un solo boleto, más como una experiencia de alienación en la que lo importante es decir que se asistió y tomarse la foto, que como un involucramiento íntimo y artístico con la música.
Otra medida de inclusión similar existe en Argentina: la Ley de Cupo Femenino en festivales, la cual pide a los programadores que sus carteles cuenten con al menos 30 por ciento de artistas mujeres; de no ser así, son acreedores a una sanción.
En principio, la existencia de dichas leyes en sendos países vuelve a denotar que el escollo que sufre México en cuanto a segregación de artistas, no se trata de un fenómeno aislado, sino una vez más es una tendencia global. También denota que hay una preocupación por parte de sus autoridades (curiosamente ocurre en Chile en medio de revueltas y un fuerte episodio de ataques a los derechos humanos), por cuidar a sus músicos, así como conservar y desarrollar la creación artística. Quizás a muchos estas leyes les parezcan imposiciones, pero a quien escribe le parecen muy buenas medidas, en vista de que el público desconoce a muchos buenos artistas connacionales, a razón de un círculo vicioso que parte de que los mismos festivales y medios los excluyen, y por ende, no son conocidos (Ruta Sonora 24/01/20 https://bit.ly/2vvHJnz).
¿Qué pasaría si en México se impulsaran dichas leyes inclusivas, como las asignadas en Chile y Argentina? Sin duda sería una gran noticia y por supuesto éste es un llamado a que sean tomadas en cuenta para su posible aplicación. De entrada, por ejemplo, el festival Corona Capital, que tanto desprecia al talento local, se vería obligado a incluirlo, lo cual sería un gran avance, por el amplio alcance que tiene tal encuentro. De igual forma, si se instara a ingresar mujeres al menos en un 30 por ciento (quien escribe abogaría por al menos un 40, pensando en un ideal futuro de 50), habría un ligero aumento a lo que ya ocurre en los hechos: de acuerdo con un estudio hecho por Pamela Escamilla para el sitio Slang.fm (https://bit.ly/2v9j6wT), de 50 festivales celebrados en México en 2019, más de 30 eventos estuvieron conformados por hombres en un 75 por ciento: fuera del Grrrl Noise, cuyo propósito es fomentar la participación femenina incluyendo únicamente a bandas de mujeres y mixtas, sólo Cumbre Tajín y NRMAL contaron con más de 50 por ciento de participación de proyectos femeninos y mixtos, mientras que Corona Capital, Radical Mestizo, CMD Fest y Tecate Live Out, superaron el nada despreciable 45 por ciento de actos mixtos y femeninos
(checar tabla a detalle en el enlace). Sería importante sensibilizar aún más a los programadores en México, para que dejen de pasar por alto esta necesaria equidad de género.
Pero volviendo al tema de la apertura a nuevos talentos nacionales como abridores, en los hechos se antoja difícil que se permita, por lo arraigada que está la mafia de la industria de la música, como ya se expuso en este espacio numerosas veces (primer link). Amén de que el malinchismo sigue reinando entre las audiencias. Si se le pregunta, mucho público presumirá apertura y nacionalismo
, pero si se le propone que haya bandas mexicanas abriendo a sus artistas internacionales favoritos, seguro muchos se quejarán o llegarán más tarde para no verlos.
Sin embargo, de darse algo así en México, en caso de que hubiera legisladores sensibles a la importancia que tienen las manifestaciones musicales originales, el rock independiente como vehículo de expresión de ideas, de transmisión cultural y de construcción comunitaria, significaría un paso muy importante para reactivar el trabajo de los músicos en este momento de crisis, ya que lo que en primera instancia necesitan es exposición al gran público.
Twitter: patipenaloza