Madrid. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, visitó Cataluña por primera vez desde su toma de posesión, en el primer acercamiento con independentistas con el fin de destensar y encauzar el conflicto político que vive la región. El socialista fue recibido con el protocolo de la Generalitat para un jefe de Estado extranjero.

Los diputados de los partidos nacionalistas catalanes son vitales para sacar adelante las iniciativas de Sánchez en el Congreso de los Diputados, pero también para concretar uno de los ejes centrales del debate de investidura: promover el diálogo entre Barcelona y Madrid.

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, a quien le fue suspendida el acta de diputado tras ser condenado por un delito de desobediencia, dejará su cargo pronto, pues hay elecciones catalanas en puerta.

Sánchez llevó una lista de competencias y atribuciones que tiene previsto destrabar para hacer más fuerte a la autonomía catalana, y la propuesta de iniciar a la brevedad una mesa de diálogo entre Barcelona y Madrid.

Torra se dijo decepcionado de que el presidente español no fuera más concreto en los dos asuntos primordiales para los partidos independentistas catalanes: la convocatoria de un referendo de independencia autorizado por el gobierno español, y que se apruebe lo antes posible una amnistía para políticos catalanes presos por su participación en la declaración unilateral de independencia de 2017.

Por otra parte, la cancillería española desmintió rotundamente que Sánchez haya hablado por teléfono con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, cuando ésta se encontraba en el aeropuerto madrileño de Barajas como informó el diario español ABC. El rotativo afirmó el miércoles que Rodríguez solicitó a Sánchez no reunirse con el líder opositor venezolano Juan Guaidó.