El Senado condenó la intención de los grupos que, escudándose en exigencias legítimas, como la de erradicar la violencia de género, pretenden con violencia desestabilizar a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Al iniciar la sesión ordinaria en el Senado, la priísta Beatriz Paredes, egresada de la máxima casa de estudios, pidió la palabra y resaltó: Sin ignorar la validez de las legítimas demandas de quienes demandan erradicar la violencia de género y exigen justicia, rechazo categóricamente el uso de esta circunstancia, que es legítima, para vandalizar a nuestra Universidad y pretender con violencia y tras la cómoda circunstancia de ocultar las verdaderas intenciones desestabilizar a la gloriosa Universidad Nacional Autónoma de México.

La presidenta del Senado, la morenista Mónica Fernández, respaldó el llamado de Paredes Rangel, y señaló: Expreso nuestra solidaridad con las autoridades universitarias, y la necesidad de que todos los mexicanos coadyuvemos en garantizar el respeto a nuestra máxima casa de estudios.

En la Cámara de Diputados, los acontecimientos en la UNAM fueron interpretados en diversos tonos por legisladores de PRI, PRD y PVEM.

Por una parte, se reclamó apoyo a la institución, y por otra, se exigió enfrentar a los grupos porriles que se encuentran enquistados en la Universidad.

Enrique Ochoa Reza (PRI), profesor durante más de una década en la Facultad de Derecho, expuso: La UNAM merece el respaldo de todos y no debe de ser rehén de nadie. Me pronuncio en favor de una solución pronta y duradera, por la vía del diálogo, que destierre la violencia y garantice el regreso a clases en todos los planteles.

Verónica Juárez Piña (PRD) consideró imprescindible que la UNAM reconozca que hay un problema que tiene que ver con la violencia de género. Lo que nos parece preocupante es que a partir de que no se ha dado una respuesta inmediata, hay otros grupos que han aprovechado para hacer otro tipo de acciones. Es necesario que se abra un diálogo, abierto, incluyente, que nos lleve a reconocer y resolver el problema.

Con otra visión, Arturo Escobar (PVEM) hasta reprochó el ejercicio de la autonomía universitaria: Es lo mismo que pasa con la autonomía académica de la Universidad, pasamos de esa autonomía a una anarquía; la UNAM no es una isla, su autonomía nace de la Constitución, pero nace desde un espacio de autonomía y decisiones propias en el sector académico.