Sábado 1º de febrero de 2020, p. 12
La llegada a México de migrantes de otros continentes es un fenómeno en el cual tiene que ver la necesidad económica, pero también la percepción de que México es un territorio donde se podía transitar fácilmente y la existencia de grupos criminales que tienen la capacidad de mover de un país a otro a los trabajadores internacionales sin documentos.
Así lo afirmaron académicos y activistas especializados en el tema, quienes llamaron a poner en su real dimensión el número de migrantes transcontinentales y no presentarlos como una amenaza a México o una oleada
.
Leticia Calderón, investigadora del Instituto Mora, recordó que el propio gobierno de Andrés Manuel López Obrador generó en sus inicios la idea de que México era un país por donde los migrantes podrían transitar sin problemas, lo que muchos de ellos pudieron haber tomado como un mensaje de que podrían dirigirse con facilidad a Estados Unidos.
“El efecto que tuvo ese discurso público es que pudo haberse entendido como ‘vengan, atraviesen por aquí’. Alguien con conocimiento de rutas pudo haber dicho ‘por México es menos difícil llegar a Estados Unidos’ y eso abrió esa ruta, pero también hay que ponerlo en su dimensión y no generar la idea de que son ‘olas’ de africanos”, señaló la especialista en temas migratorios.
De igual forma, Calderón señaló que la llegada de migrantes transcontinentales no sería posible sin la existencia de redes criminales que tienen gran capacidad de movilidad para cruzar a los viajeros de un país a otro, aprovechando también algunas coyunturas legales que facilitan el paso por ciertos países o rutas.
Pobreza y violencia
Por su parte, Rubén Figueroa, coordinador del Movimiento Migrante Mesoamericano, señaló que estos viajeros llegan a México motivados sobre todo por la pobreza y la violencia en sus países, y no tanto porque sean manipulados o engañados, como afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador a propósito de los africanos.
Por supuesto que más de uno puede caer en información falsa, pero considero que es un error clasificar a las caravanas únicamente en términos del tráfico de personas. Las personas de Honduras, por ejemplo, salen en caravana, solos o traficados, porque huyen de un narcoestado
, consideró el activista.
Frente a ello, la única respuesta del gobierno mexicano ha sido una política de contención y disuasión, y no de ayuda o protección internacional. El gobierno tiende a criminalizarlos diciendo que todo es tráfico de personas.