Miércoles 29 de enero de 2020, p. 21
El nuevo etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas prenvasados, aprobado el viernes pasado por comités consultivos de las secretarías de Salud (Ssa) y de Economía (SE), impactará a consumidores, pequeñas y medianas empresas y productores del campo, aseveraron ayer los industriales del país, sector que ya analiza las vías legales a que puede recurrir.
Francisco Cervantes Díaz, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), sostuvo que no descartan interponer amparos, aunque, agregó, no hay una decisión sobre cuál será la vía jurídica a seguir. Creo que fue una imposición tremenda. Estuvimos en muchas mesas y le metimos meses, días, horas de diálogo para que se cerrara así. Es un tema que afecta gravemente, sobre todo a los productores del campo
, apuntó.
Hubo rudeza innecesaria
, remarcó, sobre todo porque la industria cedió en aceptar el modelo del etiquetado chileno con octágonos negros, que advierten del alto contenido de azúcares, grasas y sodio. Ni siquiera nos aceptaron la reformulación de productos. Esa fue nuestra propuesta en un ánimo de parar esto
, expresó.
Sostuvo que la industria está preocupada por la salud de la población y aporta más de 24 mil millones de pesos en el pago del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), pero no se sabe en qué se ha invertido, aunque admitió que dicho gravamen lo paga el consumidor
.
Destacó que el nuevo etiquetado viola a todas luces
la propiedad intelectual y el Tratado México, Estados Unidos y Canadá y ha causado molestia a escala internacional, por lo que no descartó que se inhiban las inversiones.
Enoch Castellanos Férez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, dijo en otro foro que el consumidor no podrá comparar entre productos, como la cantidad de azúcares que tienen uno y otro, porque el nuevo etiquetado no detalla la información nutrimental.
Expresó que preocupan las afectaciones a la pequeña y mediana empresas que fabrican todo tipo de alimentos, pues tendrán que modificar nuevamente el etiquetado, que ya se había hecho dos años atrás, lo cual representa un costo adicional.
Agregó que ni el gobierno va a poder cumplir su norma, pues 80 por ciento de productos que distribuye y comercializa Seguridad Alimentaria Mexicana deberán cambiar también el etiquetado.
Hoy, la Concamin, junto con el Consejo Coordinador Empresarial y el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo emitirán un posicionamiento conjunto.
Similitudes
El nuevo etiquetado es similar al modelo chileno, porque incluye octágonos negros como advertencia, pero la diferencia es que se cambió la palabra alto
por exceso
y se agregaron dos leyendas específicas en productos con edulcorantes y cafeína para que digan no apto para niños
, dijo Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.
Aclaró que la entrada en vigor de los cambios a la norma oficial mexicana 051 se sabrá hasta que sean publicados en el Diario Oficial de la Federación. Frente a las quejas de la industria por el tiempo que les llevará adoptar el nuevo etiquetado y los costos que ello implica, Calvillo comentó que la Organización Mundial de la Salud considera seis meses de plazo mínimo para realizarlos.
Insistió en que prácticamente todos los cambios fueron aprobados por consenso en los comités consultivos de la SE y la Ssa, pero ahora la industria va soltar una serie de mentiras, como ocurrió en Chile, para invalidar el proceso.