Ante el informe de los Legionarios de Cristo, en el que reconoce que entre 1941 y 2019 un total de 175 menores de edad fueron abusados sexualmente por 33 sacerdotes, 60 por el fundador Marcial Maciel, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) condenó todo acto de violencia sexual y urgió a las autoridades del Estado mexicano a aplicar medidas de prevención, atención efectiva y de recuperación para las personas afectadas.

Asimismo, exigió erradicar toda práctica cultural o religiosa que justifique cualquier acto que comprometa la integridad física y emocional de niñas, niños y adolescentes.

La CNDH presentó ante la Subsecretaría de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación un exhorto para que se emprendan acciones con el fin de prevenir y atender este tipo de problemas, como garantizar que las actividades de las agrupaciones religiosas se apeguen a las disposiciones constitucionales, convencionales y legales en materia de respecto, promoción y protección de los derechos de los menores.

También pidió promover con líderes y organizaciones religiosas adoptar medidas para prevenir la violencia sexual e instaurar mecanismos de denuncias ante las autoridades competentes y evitar procedimientos de carácter conciliatorio.

Solicitó crear protocolos de atención a la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes en los que señala obligaciones a dirigentes y adeptos, así como las consecuencias al no brindar atención a víctimas de esos actos.

La comisión pidió instaurar las actividades preventivas y de protección en escuelas, albergues, estancias infantiles, centros de asistencia social, comedores, casas de retiro, o cualquier otro lugar relacionado con su objeto social.

La CNDH instó a que se ejecuten registros en los que se compilen datos desagregados sobre la incidencia de delitos sexuales perpetrados por ministros o integrantes de cultos religiosos, asegurar prácticas que eviten la victimización secundaria y la difusión de datos personales de las víctimas, además de generar una coordinación con la Secretaría Ejecutiva del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes para llevar a cabo acciones de capacitación dirigidas a la población menor de 18 años y a las organizaciones religiosas.

Destacó que las agresiones de carácter sexual contra niñas, niños y adolescentes vulneran su integridad física, sicológica y emocional, además de transgredir sus derechos a una vida libre de violencia y a vivir en condiciones de bienestar.

La CNDH expresó su solidaridad con las personas que han sido víctimas de abuso sexual y violación en colegios de los Legionarios de Cristo.