Martes 28 de enero de 2020, p. 4
Aun con la escalada en el conflicto interno de Morena, el presidente Andrés Manuel López Obrador mantuvo su postura de no hablar de temas relacionados con partidos.
Guarda silencio, dijo, porque no me corresponde
, aunque reconoció que sigue siendo parte del partido, pero con licencia. En lugar de ser jefe de Morena, afirmó que le gusta ser jefe de nación.
Sobre la negativa del Instituto Nacional Electoral (INE) de compartir los datos biométricos de la población, el mandatario anunció que el gobierno federal ya no insistirá, para evitar que se piense que busca controlar dicha información como en las dictaduras.
Durante su conferencia diaria, el tabasqueño fue interrogado sobre el Congreso realizado por una parcialidad de Morena, en la que se relevó de sus funciones como presidenta nacional del partido a Yeidckol Polevnsky, quien, por su parte, calificó de ilegales dichos acuerdos.
A pesar de ser fundador de esta fuerza política que lo llevó a la Presidencia, López Obrador evitó referirse al caso: Nada, nada. Silencio. No cómplice, sino que no me corresponde, no tengo por qué participar en eso. Ya lo he dicho, les deseo a todos los partidos que resuelvan sus diferencias con el método de la democracia
.
Explicó que anteriormente se estilaba que el presidente de la República se convertía en jefe de su partido, y decidía quién sería el próximo líder partidario.
Eso ya no, yo no me ocupo de eso, yo estoy ahora representando a todos los ciudadanos de todos los partidos, a creyentes y no creyentes, a pobladores del campo, de la ciudad; a ricos, a pobres, a todos. No soy jefe del partido ni jefe de grupo ni jefe de camarilla. Me gustaría no sólo ser jefe de Estado, me gustaría ser jefe de nación, en eso sí, pero no meterme en las cuestiones partidistas
, agregó.
No obstante, anunció, se reunirá con los gobernadores por bloques partidistas, ya que de una u otra forma hay una identidad por partido, aunque se gobierna para todos
.
Sobre la petición que había hecho de manera formal la Secretaría de Gobernación al INE para que le entregara copia de los datos biométricos de 90 millones de personas con el objetivo de aterrizarlos en el Registro Nacional de Población, misma que fue rechazada por el órgano electoral, el jefe del Ejecutivo señaló que instruyó a la titular de esta secretaría, Olga Sánchez Cordero, desistir de la solicitud porque, como están muy sensibles los del instituto electoral, no hay que testerearlos
, además de que no era un tema prioritario para su administración.