Jueves 23 de enero de 2020, p. 24
Chilpancingo, Gro., La Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF) presentó a 19 niños y adolescentes de entre siete y 16 años de edad como nuevos integrantes de esa organización con sede en el municipio de Chilapa de Álvarez, en la región de la Montaña baja de Guerrero.
Bernardino Sánchez, coordinador de la CRAC-PF, explicó que los menores se prepararon durante dos meses: “Les enseñaron a defenderse para que no sean presa de Los Ardillos, que en un año han asesinado a más de 20 habitantes de 16 localidades de Chilapa".
Los pueblos de la CRAC-PF demandaron la presencia de la Guardia Nacional, pero como no se atendió esta petición acordaron la formación de menores para protegerse del grupo delictivo.
Los nuevos policías
de la CRAC-PF fueron recibidos entre aplausos de pobladores en Alcozacán. Los chicos apoyarán los trabajos de seguridad en esa comunidad nahua.
Sin embargo, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) advirtió que la utilización de menores de edad en estas actividades es ilegal.
El reclutamiento forzado es considerado un crimen de lesa humanidad por la Corte Penal Internacional
, explicó Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Redim. Precisó que más allá del legítimo derecho a la defensa y el reconocimiento a la policía comunitaria, la ley impide involucrar a niños en actividades que los pongan en riesgo
.
La CRAC-PF argumentó que se vio obligada a tomar esa medida porque Los Ardillos asesinaron el pasado viernes a 10 músicos indígenas de esa comunidad.
Zuriel de los Santos Barrila, titular de la Fiscalía General del Estado, reportó ayer que seis integrantes de Los Ardillos mataron a los 10 nahuas cuyos cuerpos calcinados fueron encontrados cerca del poblado de Mexcalcingo-Tlayelpan, municipio de Chilapa de Álvarez, en la Montaña baja.
Los agresores, en dos camionetas blancas, interceptaron a los indígenas, los bajaron y asesinaron con armas punzocortantes; luego les rociaron gasolina y les prendieron fuego; ya calcinados, los subieron a una de las camionetas y la empujaron a un barranco de más de 100 metros de profundidad
, detalló
Seis de los 10 cuerpos fueron identificados y entregados a sus familiares, en tanto que los restantes continúan en proceso de identificación con pruebas de ADN.