San José. El secretario estadunidense de Estado, Mike Pompeo, aseguró ayer que su gobierno ha sostenido numerosas conversaciones con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y apremió al gobierno de Nicaragua a cesar la represión social y restaurar las libertades, durante una visita a Costa Rica con el mandatario de ese país, Carlos Alvarado, en la que presionó a los gobiernos de Caracas y Managua a celebrar elecciones libres y democratizar a sus países.

Ha habido gran cantidad de conversaciones con Maduro en los últimos meses, pero no ha habido nada que nos indique que está preparado para permitir elecciones libres y abiertas en Venezuela, indicó Pompeo, quien viajó a Jamaica tras su visita a Costa Rica.

Un funcionario del Departamento de Estado aclaró posteriormente que esas conversaciones no fueron con Estados Unidos, sino con países europeos y Noruega.

Pompeo insistió en que Maduro sabe que perdería si convocara a elecciones; ha destruido la economía de su país, ha creado una de las mayores crisis humanitarias en la historia de América Central y del Sur, sostuvo, el funcionario durante una gira por América Latina y el Caribe.

En tanto, la canciller rusa María Zajárova señaló que las declaraciones de Pompeo sobre el cambio de poder en Venezuela confirman que Estados Unidos reconoce su política para el derrocamiento de gobiernos soberanos.

Añadió que las palabras de Pompeo comprueban una vez más que Estados Unidos nunca renunció a las tácticas de injerencia en asuntos de Estados soberanos y la política de cambio de régimen.

Mientras, en Caracas, el diputado opositor Ismael León fue detenido por agentes de seguridad cuando se dirigía a una sesión parlamentaria, aseguró el líder opositor Juan Guaidó, quien se reunió ayer en Londres con el primer ministro británico, Boris Johnson. Horas más tarde, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional ingresó a las oficinas de Guaidó, declaró a la prensa la diputada opositora Manuela Bolívar.