Miércoles 22 de enero de 2020, p. 30
Abrigados adecuadamente, los adultos mayores hacen frente al frío para salir a trabajar o hacer las compras para la comida. Son de los más vulnerables, según datos del Instituto para el Envejecimiento Digno de la Ciudad de México, ya que en invierno se incrementa 10 por ciento el número de decesos entre este sector.
“Cuando uno está viejo se le aplica eso de ‘enero y febrero, desviejadero’, comenta en tono de broma José, de 78 años, quien lleva tres capas de ropa que incluyen suéter con cuello de tortuga, chaleco y chamarra, además de bufanda y que compaña a Carmen, de 75 años, al supermercado.
Sobre los efectos de las bajas temperaturas en las personas de la tercera edad, la coordinadora de servicios de geriatría del instituto, Lizbeth Ávila, explicó que en época de frío hay un mayor riesgo de infartos o muerte súbita, principalmente durante la madrugada, por lo que se deben extremar los cuidados.
Manifestó que con el envejecimiento, el organismo ya no puede regular adecuadamente la temperatura, además de que son más propensos a que una enfermedad respiratorioa derive en afecciones graves como neumonía.
La funcionaria señaló que el instituto da servicios de geriatría a unas 45 mil personas, cuyas enfermedades son principalmente las crónicas como hipertensión y demencia, así como infecciones agudas respiratorias, a las que se debe poner mayor atención, pues durante la temporada de frío suelen presentarse complicaciones en el estado de salud.
Sin embargo, puntualizó Lizbeth Ávila, no es recomendable que los adultos mayores se queden en sus casas sin salir a la calle, ya que la inmovilidad es otro de los enemigos del envejecimiento
, pero sí deben cuidar abrigarse bien con varias capas de ropa, guantes y tomar líquidos calientes como sopas, caldos o consomés.
Aunque ayer el sol asomó en la ciudad, a diferencia de días anteriores, continuaron los vientos fríos, por lo que por la mañana la temperatura promedio fue de nueve grados centígrados. Hace tanto frío que no dan ganas de salir de casa, pero hay que hacer la comida
, señaló Graciela, de 81 años, quien acude al mercado Ramón Corona, de la colonia Industrial, en Gustavo A. Madero.
Mientras Leonor, de 72 años, quien todos los días sale a caminar por la colonia, dice que no puede estar sin hacer nada: Si me quedo en casa, me entumo; hay que salir a que nos dé tantito el sol
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