terreno cerode las manifestaciones civiles en la capital chilena.Foto Afp
Lunes 20 de enero de 2020, p. 6
Santiago. Una reinterpretación del célebre Guernica de Picasso, un Salvador Allende haciendo con sus manos el gesto del corazón, un Jesucristo con un ojo sangrante: los muros del centro de la capital chilena son una galería ecléctica a cielo abierto que acompaña las protestas que desde hace tres meses remecen el país.
Bajo la premisa de que esas paredes son la prensa del pueblo
, un recorrido gratuito busca explicar mediante el arte callejero la génesis y evolución del estallido social provocado por el aumento del boleto del Metro de Santiago.
Frente a la plaza Italia, epicentro de las masivas manifestaciones, cerca de 20 turistas intentan descifrar el simbolismo de los murales y grafitis.
La idea del recorrido es que entiendan a través del arte urbano qué hay detrás de nuestras manifestaciones
, que la crisis social tiene raíces profundas y está lejos de ser obra de vándalos haciendo desmanes
, dice Francisca Sasso, joven publicista, desempleada y creadora del recorrido.
Las imágenes de violentos enfrentamientos entre la policía y la autodenominada primera línea
–jóvenes armados con escudos, palos y piedras que desafían los intentos de carabineros por dispersar las protestas– sorprendieron al mundo tras décadas de percibir a Chile como ejemplo de estabilidad en la región.
La caminata por las calles que rodean la plaza desafía el calor del verano austral en Santiago mientras las obras se multiplican.
La guía, Camila Chamorro, quien desde mediados de diciembre suma una decena de tours, se detiene frente a los murales más imponentes, identifica al artista y ofrece datos claves de la revuelta con videos cortos elaborados por el colectivo que gestiona los recorridos, formado por unos 70 comunicadores, realizadores audiovisuales y artistas.
En un mural, un Jesucristo flanqueado por policías sostiene un cartel que dice: No los perdones. Saben perfecto lo que hacen
. Tiene un ojo sangrando, en alusión a las cerca de 350 personas que han sufrido lesiones oculares graves por balines y perdigones disparados por la policía en las protestas.
La obra de Claudio Caiozzi, realizada con la técnica paste up y de más de un metro, cubre un muro frente a la plaza Italia y abre el recorrido de dos horas y media.
Habla de la violación a los derechos humanos que está ejerciendo el gobierno. El nivel de represión y de ojos que se han perdido es algo sin precedente en el mundo
, declara el artista, conocido como Caiozzama, tras explicar su obra a los turistas.
La calle es la prensa del pueblo, donde se puede enterar de las cosas que los medios no van a mostrar.
Considera impactante
la trascendencia que adquirió en la revuelta el arte callejero como catalizador del sentir popular, para denunciar abusos y alentar las protestas, cuya continuidad es apoyada todavía por 62 por ciento de los chilenos.
Abundan también en las paredes las referencias al performance creado por el colectivo chileno Las Tesis, El violador eres tú, que se ha repetido en varias ciudades del mundo.
Final incierto
Llevan dos meses y pico de protestas, casi tres meses, y veo que la gente sigue en la calle, sigue protestando y no sé en qué va a acabar todo esto. Me queda un poco de desasosiego
, comenta Paz Muñoz, comunicadora española de 55 años que realiza el recorrido.
Inquietud que comparte la estadunidense Joane Jacobs, de unos 70 años. Ha sido muy sorprendente el daño. No esperaba ver las aceras rotas, los edificios cerrados, fue una gran sorpresa
, admite.
El asombro para los creadores de Chile despertó, free tour fue el surgimiento de un recorrido pagado (25 dólares) que se promocionaba en la plataforma Airbnb en diciembre bajo el lema: Vivir la revolución chilena
.
La plataforma canceló casi de inmediato la publicación tras recibir una catarata de críticas que consideraban ofensivo que se lucrara con una crisis cuyo saldo es de 29 muertes, miles de heridos, incluyendo dos personas ciegas.
En medio de denuncias de organismos nacionales e internacionales sobre violaciones a los derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad, el gobierno optó por implementar una agenda social considerada insuficiente por los manifestantes.
Asimismo, logró un acuerdo para definir en un plebiscito, el 26 de abril, si se cambia la Constitución heredada de la dictadura de Pinochet. Camino a las urnas, las protestas continúan.