El flagelo merece una solución articulada, señala el organismo
Lunes 20 de enero de 2020, p. 29
La Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la Ciudad de México se pronunció nuevamente en contra del programa Mochila segura, porque es ajeno a la atención de las causas de extrema violencia que se registran en algunos planteles escolares.
En 20 años de aplicación en el país y del análisis de la experiencia en Estados Unidos, expuso, puede evidenciarse que está lejos de ser efectivo para evitar el recrudecimiento de esas manifestaciones en dichos espacios.
Por ello se debe evitar la aplicación de medidas simples y de probada ineficacia para dar solución a un fenómeno tan complejo que motiva casos como el vivido recientemente en una escuela de Torreón, Coahuila.
Dicha situación de violencia requiere abordarse desde tres enfoques: el primero, desde la salud mental como un asunto de salud pública, y la comprensión del contexto de soledad al que son expuestos los niños y adolescentes.
Los escenarios de precarización laboral y el incremento de los lapsos en el transporte que viven a diario se reflejan en una ausencia más prolongada de sus principales cuidadores, lo que produce esquemas de soledad para ellos.
Un tercer factor es la falta de apoyo sicoemocional y de trabajo social provisto por el Estado, para que docentes y familias desarrollen nuevas estrategias de socialización, convivencia, construcción comunitaria y resolución de conflictos con ellos.
Otros elementos que catalizan la violencia son el descuido en la prevención de la venta de drogas a niños y adolescentes, misma que sí corresponde a las instituciones de seguridad pública del país, señaló.
La atención de un fenómeno complejo, puntualizó, merece una solución articulada, intersectorial y que favorezca la cohesión de la comunidad escolar formada por alumnado, personal docente y familias, a partir de apoyos institucionales concretos e inmediatos.
Para la CDH, se requiere fortalecer los esquemas de socialización, convivencia y acompañamiento a la comunidad escolar, para evitar el recrudecimiento de la violencia en sus lugares de estudio.