Domingo 19 de enero de 2020, p. 21
Beirut. Más de 220 personas resultaron heridas ayer en Beirut en enfrentamientos entre manifestantes y policía, los más violentos desde que hace tres meses empezó un movimiento de protesta contra los políticos, acusados de corrupción e inercia. El presidente libanés, Michel Aoun, ordenó el despliegue del ejército.
Las manifestaciones se exacerbaron en semanas recientes por el agravamiento de la situación socioeconómica y por la incapacidad de las autoridades para formar un gobierno, más de dos meses después de la dimisión del primer ministro Rafic Hariri.
La violencia empezó frente a una de las principales puertas de entrada del parlamento, en el centro de Beirut, cuando los manifestantes atacaron a agentes de la policía antidisturbios, situados detrás de las barricadas.
Los manifestantes, algunos con la cara tapada, lanzaron proyectiles, piedras, señales de tráfico y ramas de árboles. Otros intentaron cruzar las barreras. La policía antidisturbios usó cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a los alborotadores.
Concentrados en las calles cercanas al parlamento, los manifestantes lanzaron piedras y fuegos artificiales contra la policía.
Estoy aquí porque después de 90 días en la calle continúan peleándose por el pastel en el gobierno, sin preocuparse del pueblo. La cólera popular es la solución a partir de ahora
, dijo Maya, una manifestante de 23 años.
Los enfrentamientos siguieron durante horas, hasta que la policía consiguió dispersar a los manifestantes en la noche. Más de 80 personas fueron transportadas a los hospitales mientras que más de 140 fueron atendidas en las calles
, indicó a la Afp un vocero de la Cruz Roja, quien precisó que había heridos tanto entre los manifestantes como entre las fuerzas del orden.
Tras los disturbios, el presidente, Michel Aoun, pidió a los ministros de Defensa, Interior y Seguridad garantizar la seguridad de los manifestantes pacíficos, impedir actos de vandalismo y preservar los bienes públicos y privados
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