Para Asis Nasseri, músico alemán de madre germana y padre afgano, el arte, en su caso la música, puede ser una herramienta poderosa para cambiar la mentalidad de las personas, sobre todo en una época donde la sombra de un conflicto armado que puede escalar a proporciones mundiales, se yergue sobre Medio Oriente y todo el planeta.

Nasseri, mente maestra detrás de la pequeña orquesta metálica llamada Haggard, en la que sopranos, violines, flautas, clavecín, fagot, oboe, cromorno y muchos más instrumentos, acompañados por la distorsión y fiereza de los ritmos metaleros, evocan historias centradas en personajes y sucesos suscitados hace centurias, considera que es difícil cambiar la mentalidad de las personas que han vivido en regímenes fundamentalistas; no obstante, cree que el arte puede ser esa puerta hacia esa transformación.

De visita en México, como parte de su gira por los primeros 30 años de vida de la banda de metal sinfónico o neoclásico, su líder, compositor y principal arreglista, coincide con Beethoven con respecto al poder de la música como mediadora entre el mundo espiritual y el de los sentidos.

Mira lo que el cristianismo ha hecho en nombre de Dios, lo que otras religiones también han hecho en nombre de su dios; el fanatismo es difícil de frenar, pero puedes intentarlo, a través del arte y el conocimiento, la música tiene ese poder para poder cambiar la cosas, afirmó.

Para Nasseri, México es uno de los países más apreciados para la banda, relación que se inició en 2001, con su primera presentación, cuando grabaron el disco en vivo Awaking the Gods, nos sentimos increíbles por estar aquí, muy nerviosos porque la Ciudad de México siempre está en la cima de intensidad de los conciertos; no puedo describir mis sentimientos, mi estómago es como cuando encontraste el amor de alguien, estoy absolutamente feliz de tocar aquí esta noche.

Las vivencias no se cambian por un Grammy

Treinta años de carrera, para Haggard no han sido fáciles. Comenzar a tocar con músicos de orquesta ha sido uno de los momentos más complicados, ya que integrar a cuatro intépretes de una banda de death metal técnico fue complejo.

Tocar en América Latina, en México, por primera vez, ha sido de los mejores momentos de la agrupación, “así que no puedo decir ‘¡hey, queremos un Grammy!’, ya que no es importante, incluso si ganáramos uno. ¡Se trata sólo de un maldito Grammy!, pero tus miedos, recuerdos, historias, esas experiencias increíbles, no las cambiaría”, asegura Nasseri.

Haggard ofreció un delirante concierto la noche del viernes en el Circo Volador, recinto que recibió a la agrupación metalera con grandes ovaciones; fue un recital que fusionó la dureza y fuerza del heavy metal con la exquisitez de las composiciones orquestales.

La banda cerrará su gira por el país con presentaciones, hoy en Guadalajara, el martes 21 en Querétaro y el miércoles 22 en Oaxaca.

Haggard comenzó su andar en 1989; más tarde da a conocer And Thou Shalt Trust… the Seer (1997), su primer álbum, que cuenta ya con instrumentación sinfónica y una estructura de composición más compleja; la obra –inspirada en Michel de Nötre-Dame (Nostradamus) y en la época en que la peste negra azotó parte de Europa– logró que despuntaran en el panorama del metal orquestal en el mundo.

Su segunda grabación, Awaking the Centuries (2000), continúa en la línea del anterior trabajo. Prosiguió Eppur Si Muove (2004), homenaje al astrónomo Galileo Galilei, y en 2008, publican Tales of Ithiria, grabación conceptual sobre una tierra ficticia con cierto aire medieval.

En la actualidad, la agrupación alemanan prepara un disco dedicado a los cuentos de los hermanos Grimm.