Bogotá. La oficina del Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos expresó su alarma ayer por la cifra sobrecogedora de asesinatos de activistas sociales en Colombia, no obstante la firma de un acuerdo de paz en el país.

La agencia señaló que 107 defensores de derechos humanos fueron asesinados en 2019, pero la cifra podría llegar a 120, a medida que se completan las investigaciones. Hasta el momento se han denunciado 10 muertes en lo que va del año, aunque otras cifras señalan 17.

Este ciclo vicioso y endémico de violencia e impunidad debe detenerse, indicó la vocera del alto comisionado, Marta Hurtado.

La gran mayoría de los homicidios se cometieron en zonas rurales donde la tasa de pobreza supera la media y operan grupos armados ilegales. Algunas de estas áreas estuvieron bajo el control de las disueltas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el grupo rebelde que firmó el histórico acuerdo de paz en 2016.

Más de la mitad de los asesinatos fueron perpetrados en los departamentos de Antioquia, Arauca, Cauca y Caquetá, y los blancos principales fueron defensores de grupos comunitarios o étnicos, indígenas y afrocolombianos.

La matanza de mujeres activistas aumentó casi 50 por ciento de 2018 a 2019. La ONU no dio cifras concretas. El total de asesinados en 2019 se aproxima al del año anterior, que se ubicó en 115.

En este contexto, el líder social Jorge Luis Betancourt Ortega fue asesinado ayer en la zona rural de Montelíbano, en el sur del departamento de Córdoba, informó la cadena local RCN.

Betancourt, reconocido por liderar movimientos de convivencia ciudadana con actos deportivos, estaba en su casa cuando varios hombres irrumpieron y le dispararon.

En tanto, Rodrigo Londoño, Timochenko, ex líder de las FARC, aseguró ayer que desde noviembre sabía de un plan de sus antiguos compañeros de la guerrilla para asesinarlo.

El gobierno del presidente Iván Duque informó hace unos días que había frustrado un ataque contra Timochenko.

Por otro lado, 6 mil 466 personas murieron en Colombia a manos de sicarios el año pasado, según cifras de la Fiscalía General.