Tiempo antes de enfermarse, el artista Francisco Toledo (1940-2019), quien falleció el pasado 5 de septiembre, accedió a que Fomento Cultural Banamex (FCB) siguiera adelante con la iniciativa de organizar una gran exposición pictórica de su obra.

Incluso ‘‘nos dio el nombre del curador que sugería para hacerlo” y pidió que ‘‘hiciéramos un ejercicio, que fuéramos avanzando, que lo veríamos entonces. Nos había dejado abierta la puerta al autorizarnos el curador –no se reveló el nombre– con el que hemos estado trabajando”, afirma Cándida Fernández, directora general de FCB.

En entrevista con La Jornada, Fernández señala que varios museos de Nueva York se interesan por una retrospectiva del pintor, grabador y escultor. Reconoce que al principio ‘‘el maestro se mostraba muy resistente a un proyecto de seis o siete exhibiciones simultáneas que le propusimos. Nos dijo que no, que era mucho; sin embargo, después accedió”.

Con apoyo de Citibanamex, FCB publicó en 2016 y 2017 cuatro tomos, después de una investigación de un lustro, del primer acercamiento editorial a seis décadas de la vasta obra del también promotor cultural y activista, avalado por él. No obstante, quedó pendiente una gran exposición.

‘‘Tenemos ubicadas muchas colecciones de los años 60, más de 900 piezas localizadas y fotografiadas. Puede haber una buena selección más allá de lo que está en el libro. Trataremos de presentar el proyecto muy redondito para que sea de relevancia y podamos verla como una muestra de interés para alguno de los grandes museos de Nueva York.”

Continúa búsqueda de obra

Fernández, historiadora, dice que tras la muerte de Toledo, su familia analiza cómo tratar el acervo. ‘‘Muy respetuosamente tenemos que esperar para hablar con más tranquilidad con la familia”.

Anota que necesita ver con la titular de la Secretaría de Cultura federal, Alejandra Frausto, ‘‘qué planes tiene para la obra gráfica del maestro. Ver de qué manera podemos involucrarnos porque contamos con muchísimas fotografías y los listados de todos los talleres que trabajaron con él porque lo investigamos para el libro. Como que organizaba la parte de la gráfica para una publicación futura”. Precisa: ‘‘Toledo tenía la intención de hacer un catálogo razonado de su obra gráfica”.

En el libro hay un capítulo dedicado a esta disciplina; sin embargo, ‘‘tal vez sea el capítulo más breve en relación con el número tan grande de obra que hizo. Seguimos trabajando con él, incluso después de publicado el libro porque se consiguieron las piezas de arte intermedias de las obras que hizo con Mario Reyes en su taller.

‘‘Seguimos en nuestra búsqueda para encontrar qué más había y hallamos que Tere, la viuda del maestro Reyes, tenía estos materiales guardados. Entonces, Toledo los vio, seleccionó e incorporó muchos al acervo del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca.”