El asesinato de al menos seis personas en Nuevo Laredo en los primeros días del año es resultado del modelo fallido de combate a la delincuencia que ha implementado el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, quien ha decidido confrontarse con los grupos criminales sin una estrategia clara y sin coordinación con el gobierno federal, advirtió el director del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL), Raymundo Ramos.

Lo que hace el mandatario (estatal) es aplicar el modelo fallido del ex presidente Felipe Calderón, enfrentando a la delincuencia en las calles, sin estrategia y sin tomar en cuenta a la población civil. No estamos de acuerdo con eso, porque en los diez años recientes se han perdido 37 vidas de personas inocentes en Nuevo Laredo, afirmó el activista.

Ramos enfatizó que el mandatario panista debería darle una explicación a la gente sobre qué se ha logrado usando este tipo de fuerza de provocación y adelantó que no se puede descartar que este modelo de seguridad pública comience a generar nuevos casos de desaparición forzada, tortura y ejecuciones extrajudiciales contra la población civil.

La simulación, a juicio

Como se informó en este diario (10/09/2019), el CDHNL dio a conocer evidencias de que la policía estatal de Tamaulipas habría ejecutado a ocho presuntos criminales en la colonia Valles de Anáhuac, en Nuevo Laredo, en un episodio que las autoridades trataron de presentar como un supuesto enfrentamiento, incluso con el montaje de la escena del crimen para simular un intercambio de disparos.

Al darse a conocer el caso, las autoridades tamaulipecas anunciaron la creación de una fiscalía especial para investigar lo ocurrido –al mando de Irving Barrios Mojica–, pero en opinión de Ramos, dicho organismo únicamente ha simulado realizar una indagatoria, pues hasta ahora sólo hay dos detenidos y 14 órdenes de captura sin cumplir.

Se espera que el juicio sobre este tema se realice en mayo, pero todo ha sido una simulación, porque las familias de las víctimas ni siquiera han sido informadas de que será en Ciudad Victoria, no en Nuevo Laredo, y todavía hay tres personas prófugas por las cuales no se ha pedido recompensa, como sí se hizo en otros casos. Todo ha sido un juicio entre cuates, lamentó.

De igual manera, en redes sociales y medios electrónicos han continuado las campañas de criminalización y desprestigio en contra de los familiares de las personas ejecutadas y del director del CDHNL. Sería muy fácil investigar de dónde vienen, pero las instancias investigadoras no tienen tiempo ni interés en hacerlo, denunció el activista.